La historia de Elvita y su hijo Luis Miguel inspira a miles de colombianos en el extranjero. Actualmente se están ganando la vida en París después de un largo camino tras salir de Colombia hace diez años. Todo empezó cuando su esposo fue desaparecido por grupos al margen de la ley. Su hijo, que apenas tenía siete años, también estaba amenazado.
A la mujer no le quedó otra opción que huir hacia Venezuela. En el vecino país puso un puesto de empanadas y arepas. El éxito fue instantáneo. Sin embargo, esto también provocó que grupos ilegales del vecino país se metieran a su vivienda a la media noche y la sacaran de ahí. De inmediato, la mujer huyó junto a su hijo hacia Brasil. Ahí también le recomendaron que por seguridad partiera hacia la Guyana Francesa. Esa fue su última escala antes de llegar a la ciudad luz.
Al principio no fue fácil. Duró ocho meses durmiendo técnicamente en la calle. Primero lo hacía en las sillas de un aeropuerto y luego en una carpa de un parque. Aprender el francés también ha sido otro desafío. No obstante, vio una oportunidad de salir adelante por medio de las redes sociales. Desde hace algunos días abrió una cuenta de Instagram donde hace gala de sus habilidades culinarias preparando exquisitos tamales que ya están cautivando tanto a colombianos como a franceses.
Ella tiene claro que sus tamales representan la diversidad del país. No quiere encasillarlos dentro de una región determinada. Con la ayuda de su hijo Luis Miguel los lleva hasta cualquier estación del metro de París donde sus clientes pueden recogerlos.
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