Una revolución de nuevos líderes que muestran una diversidad no antes representada sacude Reino Unido. El último ejemplo viene de Escocia, en la figura de Humza Yousaf, el nuevo líder indepentista y musulmán. El hito se produce cinco meses después de que el Reino Unido registrara a su primer líder hindú con el primer ministro Rishi Sunak. La capital británica es encabezada por el alcalde de Londres, Sadiq Khan, hijo de inmigrantes paquistaníes. El nuevo líder del Partido Nacional Escocés (SNP) fue designado el martes como el primer jefe de gobierno de religión musulmana de esta nación con 5,5 millones de habitantes, hecho sin precedentes en Europa occidental. Yousaf, que se presentó como el candidato de la continuidad que mantendrá la línea progresista de Nicola Sturgeon, predecesora en el cargo, se hizo con el respaldo mayoritario de los más de 70.000 afiliados del SNP, tras cinco semanas de dura contienda que dejaron al descubierto profundas fracturas en el seno del movimiento independentista. El nuevo líder de los nacionalistas escoceses, el quinto desde que se fundó el partido en 1979, se ha impuesto en segunda ronda y con el 52% de los votos a la ministra de Finanzas Kate Forbes.
Daniel Postigo, corresponsal de RFI en Londres, explica que este desenlace supone que el "SNP siga con la misma línea progresista", aunque en la causa independentista apuesta por una estrategia a largo plazo de "ganar adeptos" y "no convertir las generales del año que viene en plebiscitarias como pretendía Sturgeon"
El nuevo primer ministro escocés se enfrenta al reto de sacar al movimiento independentista de un atasco en el que lleva inmerso varios años y del que se vislumbra una complicada salida. Escocia votó por permanecer en el Reino Unido en 2014. Ahora su partido quiere un nuevo referéndum, pero el Gobierno de Londres se ha negado a autorizarlo y el Tribunal Supremo del Reino Unido ha dictaminado que Escocia no puede realizar esa votación sin la anuencia del Gobierno Británico. Ante ello, Yousaf ha señalado que actuará con cautela. El joven nuevo primer ministro afirma querer construir una mayoría “asentada y sostenida” a favor de la independencia. Las encuestas muestran que hay un empate entre los que quieren abandonar el paraguas de Londres y los que quieren seguir formando parte del Reino Unido.
A sus 37 años también será el dirigente más joven de la historia de Escocia, supera a Jack McConnell que alcanzó el poder en 2001 con 41. Ha relatado su experiencia personal ante el Parlamento, como que tras los atentados del 11-S perdió la cuenta de las veces que se cuestionó su lealtad a Escocia por su religión y orígenes.
El SNP, el partido del nuevo primer ministro, tiene 64 de los 129 escaños del Parlamento escocés y gobierna en coalición con Los Verdes, que cuentan con siete diputados. Estos habían amenazado con abandonar la coalición si el SNP elegía a un líder que no compartiera sus puntos de vista progresistas.