En Colombia se encuentra establecida la cultura de humillar a los demás por puro deporte. Por ejemplo, el gobierno humilla y se burla del pueblo todo el tiempo y porque sí. Los gobernantes y líderes políticos mienten, matan, roban, entre otras cosas como si nada. Y en estos tiempos de pandemia y desespero no iban a ser la excepción.
Hace pocos días se han venido descubriendo fraudes con relación a mercados y subsidios para entregar a las familias más vulnerables del país. Los líderes y representantes de ciertas regiones (por no decir que todas) no los estaban entregando o lo hacían de manera incompleta, o para colmo, se los distribuían entre ellos, amigos y conocidos. Como digo, se burlan en nuestras caras y nos humillan porque se creen con el derecho.
Por otro lado, está la situación de nuestros médicos y profesionales de la salud que en muchas regiones del país están siendo amenazados por el hecho de poner el pecho ante el COVID-19. ¿Qué nos sucede? ¿Acaso en qué mundo estamos? ¿No se supone que son ellos a quienes deberíamos agradecerles por su extraordinaria y arriesgada labor? ¡Por favor!
Sin embargo, algo que sí me pasmó horriblemente fue una situación sucedida hace pocos días en redes sociales, donde una familia campesina del municipio de fusagasugá pidió trabajo en una red social, pero como no lo escribieron con la ortografía correcta, en vez de recibir ayuda o información de trabajo los atacaron con comentarios humillantes y muy fuera de lugar. ¡Otro nivel de deshumanidad!
Esto por supuesto, así como llamó la atención de gente obtusa, por no llamarla de otra manera, también tocó el alma de personas conscientes y de buen corazón quienes salieron a defenderlos y dieron a entender la necesidad, injusticia y desigualdad en la que vive la sociedad colombiana. No todos somos iguales, no todos tuvimos la misma formación académica, necesidades y beneficios económicos. ¡Ojo con eso!
Este tipo de situaciones no deberían normalizarse, no es justo para nadie. La situación que está pasando el mundo y el país necesita de mucha humanidad y pueblos unidos. Así que, si tenemos la oportunidad o posibilidad, ayudemos al que lo necesita, más adelante, te aseguro que también recibiremos ayuda cuando la necesitemos ¿Acaso es mucho pedir?