El jefe de la delegación de paz del gobierno en La Habana, Humberto de la Calle Lombana, fue abordado por reporteros de Connectas, el capítulo Colombia del consorcio internacional de periodistas que viene revelando los llamados ‘Panamá Papers’. De La Calle aparece en la base de datos que se viene desgranando ante la opinión pública y en cuestión de horas su nombre entraría en el cuestionado sonajero de personalidades con cuentas en Panamá, supuestamente para evadir impuestos. Sin embargo, en una rápida reacción, De La Calle se desmarcó hacia adelante.
Antes que su nombre fuera divulgado por la gente de Panamá Papers emitió un comunicado en el que por un lado aclara su situación, y, por otro, pone en cuestión el trabajo de Connectas. De la Calle explica que a comienzos de 2009 conformó una sociedad familiar en Panamá denominada Davinia “con el único fin de servir de tenedora de mi patrimonio familiar”, según se lee, y la cual fue registrada ante el Banco de la República de Colombia y declarada ante la Súper Intendencia de Sociedades y la Dian. Agrega que la sociedad no generó ningún tipo de lucro y que actualmente ni siquiera existe, pues fue liquidada. Para respaldar su versión De La Calle entregó su declaración de renta. Y luego arremetió “considero que se ha creado una situación injusta, que viola los derechos de algunas personas reportadas, ya que en el entorno que se ha creado, se mezclaron situaciones diferentes poniendo en el mismo costal delincuentes con personas honradas que sólo buscaron proteger la discreción sobre sus bienes, con mayor razón en un país donde han existido amenazas permanentes a la seguridad, como es mi caso”.