Desde 2002, Hugo Ospina ha representado a la Asociación de Conductores y Propietarios de Taxis de Colombia. Cada dos años ha sido ratificado. Se estima que hay 768.000 taxistas rodando en el país de los cuales, el 55 % se concentran en Cundinamarca, Bogotá y Antioquia.
El gremio ha tenido varios reveses desde 2013 y a Hugo Ospina le ha tocado lidiar con las quejas de los amarillos cada vez más arrinconados por la llegada de Uber o ahora, diez años después, el alza de la gasolina.
La gran mayoría de taxistas pertenecen a los estratos 1, 2 y 3 o al menos, a esos estratos pertenecen los que cada vez más seguido tocan la puerta de Hugo Ospina. Son personas que se levantan a las 3 de la mañana a trabajar durante 13 horas, sin derecho a prima de mitad y fin de año.
Con la cantidad de taxistas que hay en Colombia, Ospina estaba seguro de poder llegar al Congreso. En 2018 se lanzó a la Cámara de Representantes. Había mostrado su fuerza la primera vez al paralizar a Bogotá el 10 de marzo de 2016, pero los votos no le alcanzaron y apenas obtuvo 3.170 tarjetas electorales. Cuatro años después, intentó entrar al Concejo de Bogotá y tampoco lo logró.
En este momento, Hugo Ospina es uno de los personajes que más resistencia generan en los medios de comunicación y en la alcaldesa Claudia López. En octubre, con muy pocos carros amarillos, logró paralizar el tráfico en la Calle 26 e impidió que los pasajeros que tenían vuelos programados en el aeropuerto El Dorado llegaran a tiempo.
En la noche del 19 de noviembre, la alcaldesa Claudia López solicitó a la Fiscalía investigar a Ospina tras anunciar que los taxistas bloquearían el acceso al aeropuerto El Dorado desde las 5 de la mañana de este miércoles 22 de noviembre y le exigió a la Administración Distrital suspender el pico y placa para los taxis, otro de los males con los que los taxistas deben trabajar. El argumento que dio la Alcaldesa es que esto se trata de una asonada por parte del líder de un gremio que cada vez está más fracturado.
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Ospina en algún momento de la campaña presidencial que llevó a Petro a ganar la Presidencia decidió abjurar de su credo uribista y en un video, el taxista dijo que iba a apoyar a Petro convencido de que le ayudaría al gremio a exterminar tres de sus males: Uber, Didi y Cabify.
De Envigado a Bogotá
Ospina salió de Envigado (Antioquia) a vivir en Bogotá en 1983, es decir, hace cuarenta años. Llegó a los 16 y por eso, ya no tiene acento paisa. Es un tipo esforzado. Cuando tenía 43 años se graduó en la nocturna tras validar el bachillerato en 2010, gracias a un programa creado por el entonces alcalde Samuel Moreno Rojas.
Sobre Ospina se ha dicho de todo. Uno de los mitos que se tejen es que es dueño de una fortuna, pero la verdad es que este hombre apenas llegó a la capital se puso a manejar un taxi, tiene una casa en Puente Aranda y dos taxis.
Es bisnieto del general Rafael Uribe Uribe y tiene el teléfono personal del expresidente Álvaro Uribe con quien tuvo una desconexión en las elecciones de 2014 porque en la segunda vuelta decidió no apoyar a Óscar Iván Zuluaga.
Unos años atrás, en 2015, cuando desafió al entonces vicepresidente Germán Vargas Lleras después de que dijo que iba a legalizar Uber, armó una caravana con 800 vehículos que llegó a paralizar el centro de Bogotá e incluso, ordenó crear una especia de bloque de búsqueda para localizar y detener a los Uber.
Hugo Ospina tenía tanto poder que era buscado por Ministros y empresarios. Hoy, su teléfono no suena mucho. Cada vez, son más los taxistas que no le creen a Ospina y que piensan que su beligerancia a la hora de defender la causa de los ‘amarillitos’ es un boomerang que se devuelve contra ellos mismos.
La resistencia ciudadana a los taxis es cada vez mayor. Episodios del pasado como cuando unos taxistas incendiaron un Volkswagen que estaba inscrito a la plataforma Uber, le han restado credibilidad y poder a quien ha sido por más de 20 años, la voz más influyente de los taxistas en Colombia.
A pesar de todo, Ospina cree que la movilización del próximo miércoles 22 de noviembre de 2023, será un éxito y espera que más de 800 taxis protesten en la vía hacia el Aeropuerto El Dorado.