Víctor Fernández, artista plástico de la nueva generación, aprendió desde niño a pintar con acrílico, después con óleo y junto a su mentor el maestro Jairo Rosas Miranda a experimentar sobre el lienzo con veladuras, mezclas y texturas naturales. Los temas de sus cuadros fueron las corridas de toros y sus mejores clientes los aficionados que asisten a la Feria de Cali; por eso sus exposiciones siempre se realizaron en diciembre. Su influencia conceptual provino del estudio de la serie Tauromaquia del pintor español Francisco De Goya, grabados publicados en 1816 sobre los que todavía arde la polémica.
Hace dos años el joven pintor tomó una decisión drástica aún en contra de sus finanzas y se aferró a una frase de la pintora colombiana Beatriz González: “Hubo una vez un arte que se llamó toreo pero se acabó”.
Víctor Fernández comenzó a preparar una exposición que reconciliara su arte con la vida; se fue a los campos de la Unión en el Valle del Cauca y entre humedales, montañas y ríos reinició su ascendente carrera como artista plástico bajo la premisa de que con el pincel también se puede hacer daño a un animal. “Esas imágenes trascienden y se quedan en el imaginario de la gente estimulando una práctica bárbara que todos debemos reconsiderar; no podemos maltratar a los animales y legitimarlo a través del arte o de las tradiciones” dice Víctor Fernández.
El joven pintor no tardó mucho en encontrar un aliado con valores en cultura y medio ambiente; un centro comercial del sur de Cali puso a su disposición una galería a la que denominó “el pasillo de los artistas” para exponer la muestra “Colores y emociones en el paisaje” que se inauguró esta semana. Según el curador Anthony Echeverry Díaz, artista plástico y visual de Bellas Artes “Es muy importante que un joven artista caleño se haya arriesgado a recuperar el paisajismo. En su obra Víctor Fernández realiza un estudio propio del color, de los temas, la composición, la técnica y los materiales logrando una comunicación íntima con el público”
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Víctor Fernández es el pintor número 17 que expone en el Pasillo de Artistas del centro comercial Acuarela, que ofrece a los autores y a su obra un trato digno sin costo o cobro de comisiones. “Por lo general los centros comerciales no respetan al artista y reducen su obra a un caballete o feria donde lo que importa es el precio. Aquí los artistas cuentan además de la galería, con embalaje y transporte de sus cuadros, curaduría, prensa y el acto de inauguración, todo gratis”, dijo Carlos Henao gerente.
En coherencia con el respeto por la vida animal los visitantes pueden ingresar a la galería con sus mascotas rechazadas en la mayoría de centros comerciales del país. La exposición está abierta al público hasta el 23 de abril.
Víctor Fernández encontró en los paisajes del norte del Valle los colores y las emociones necesarias para cambiar de tercio porque a estas alturas de la vida el enfrentamiento irracional de los humanos con los toros ya no encajan en sus cuadros.