Al enterarme de que el pintor, escultor y dibujante colombiano Fernando Botero (1932-2023) murió de pulmonía, de inmediato me pregunté, como haría cualquier médico o persona con buenas nociones de medicina, si no hubo cierto descuido o negligencia ante los primeros síntomas, en los días previos a su muerte.
Cualquier exceso de moco en los pulmones, que por lo general es consecuencia de un enfriamiento o una gripe mal cuidada, es perceptible de inmediato en la voz misma, como una ronquera.
Y un mucolítico formulado e ingerido a tiempo ayuda a combatir ese exceso de moco, para que no se convierta en caldo de cultivo para virus y bacterias que después degeneren en padecimientos más graves, como bronquitis o pulmonía.
Por su efectividad y en las dosis adecuadas, uno de los mucolíticos más utilizados es la acetilcisteína, y en cada país está disponible en diferentes marcas y presentaciones.
Así que, tras el fallecimiento de Botero, una persona aún fuerte que veía en la pintura su mayor realización –como él mismo reconocía–, cabe hacerse las siguientes preguntas:
¿Lo que terminó en pulmonía no empezó como un simple resfriado o enfriamiento mal cuidado?
¿El desánimo en que se encontraba el artista tras la reciente muerte de su última esposa, Sofía Vari, llevó a que él mismo no buscara atención temprana con algún médico cercano?
Para no preocuparlos, ¿el propio maestro ocultó esos primeros síntomas a sus familiares, o por cierta desatención o falta de comunicación ellos se dieron cuenta del padecimiento cuando ya estaba muy avanzado?
Cuando fue internado en el hospital en Mónaco, ¿ya estaba tan avanzado el padecimiento que por eso no se pudo hacer mayor cosa?
Ahora que sus restos serán homenajeados en Colombia, muchas de las respuestas a estas preguntas desde el punto de vista médico bien ayudarían a otros adultos mayores a buscar atención oportuna ante síntomas similares.
Lo digo por experiencia propia, porque cuando algún familiar ha manifestado exceso de moco en los pulmones (e incluso principios de bronquitis o neumonía, casos en los cuales puede requerirse también antibiótico), han salido adelante con un buen mucolítico suministrado a tiempo en las dosis adecuadas, y por fortuna siguen gozando de buena salud.
