“Sochagota…”
“Agua de la luna”, es el significado de la palabra “Socha” en el lenguaje chibcha. Lo que sigue siendo un misterio para sus habitantes, es el origen del significado de la palabra “Sochagota” que identifica al cuerpo de agua que alberga 4.5 millones de metros cúbicos en una longitud de 1.6 kilómetros cuadrados. Este lago fue ideado y construido por el Ingeniero Emiro Fonseca Franky en el año de 1.955, para potenciar el turismo atraído por sus aguas termales, en el gobierno del General Rojas Pinilla.
El lago Sochagota, se encuentra ubicado en las afueras del área urbana del Municipio de Paipa-Boyacá, con una población menor a los 30.000 habitantes en el centro oriente del País. Désde 1.602, cuando los invasores Españoles se encontraron con los pozos de aguas termales existentes en el sitio, ha sido la base del turismo de la Región, alberga a su alrededor hoteles, clubes y cabañas de recreación, construidos en más de 40 años por el Estado Colombiano y los empresarios privados.
“Isla Cabica…”
Ante la ausencia de información veraz y confiable tanto en los medios escritos como cibernéticos y con sólo la oralidad del historiador Fernando Ferrer Ferrer y la del artista en artes plásticas Fernando Castañeda García con relación a Isla Cabica, es lo poco que conozco de la Isla, que según ellos, fue una vereda del Municipio de Sitio Nuevo separada de Soledad por el Caño el Toldo, que fue cegado más tarde, irresponsablemente, supuestamente, por algunos propietarios de parcelas y fincas circundantes al lugar, qué eran en su mayoría residentes de Soledad. Se desconoce como fue su proceso de anexión al Municipio, no se sabe si hubo una consulta popular para su separación del Municipio de Sitio Nuevo, o una Ordenanza Departamental en el Atlántico que le diera visos de legalidad a la tierra como vereda de Soledad, lo que sí es bien cierto es que la administraciones Municipales incluyendo a la actual, han hecho irrisorias inversiones sociales y de infraestructura en el lugar, que entre otras cosas ya fue reconocido desde mayo del 2002 mediante la aprobación y adopción de nuestro POT como una Zona rural que debe destinarse a la preservación ambiental, además de lo ecoturistica.
Huacachina y Sochagota no poseen las abismales ventajas culturales, naturales y antrópicas que rodean a la Isla Cabica, pero hacen de lo minúsculo que poseen, su fortaleza en grado sumo, muy a pesar de su desconexión internacional directa, tanto aérea como fluvial, son centros turísticos creadores de divisas y empleos para sus habitantes, mientras nuestros administradores locales, departamentales y nacionales con la alcahuetería de la sociedad civil organizada y las disfrazadas veedurías ciudadanas con énfasis en el rebusque, hacen de lo mayúsculo y majestuoso que posee Cabica, su sempiterna debilidad rodeada de amenazas, que la conducirá en un tiempo no muy lejano, al desplazamiento forzado, ante la presencia indebida y poco amistosa de agentes contaminantes y violentos, que en vez de producir riquezas compartidas en procura de nuestro desarrollo social, económico, cultural y ambiental, generaran lastimosamente, todo lo contrario para su desaparición total como vereda. Dos señales de tres han cumplido su cometido hasta el momento, inicialmente la anexión del territorio de la Isla Cabica, taponando y sedimentando el caño el toldo, después recientemente, la obstrucción desde la desembocadura del arroyo el Platanal al caño de Soledad que comunicaba con la laguna de Mesolandia para oxigenarla y preservarla, hoy nos vemos abocado a la destrucción de los humedales que hacen parte de la llanura fluvio deltaica identificados en el POT, ante la irresponsabilidad salvaje de la CRA y Cormagdalena, al otorgar la una, la respectiva licencia ambiental para dividir el humedal con un carreteable destapado y anti técnico, mientras la otra, autoriza la concesión para la explotación de la ribera del rio Magdalena, a una empresa fluvial de cargas con mucha experiencia, que ya entro a operar sin ningún protocolo de socialización debida, pero sí con mucha connivencia del micro gobierno Municipal actual, destrozando de plano nuestra autonomía territorial en cuanto a los usos del suelo permitido en el estatuto urbano y los conceptos del componente general contenidos en el POT.
A Cabica, ante los estertores de su muerte, sólo le queda decirle a la Municipalidad que la ve con mucha indiferencia paradójicamente: “Soledad me muero sed” y “en tus manos encomiendo la suerte de mi espíritu territorial”…
“Huacachina…”
Un lago de color verde esmeralda, ubicado en el desierto peruano, a cinco kilómetros de la ciudad de Ica, capital de la región, se encuentra el oasis de Huacachina. El origen de su creación como territorio turístico, fueron las lágrimas de amor derramadas sin límites, por la doncella indígena Huacay China, que lamentó y lloró por mucho tiempo, la partida temprana e irreparable de su amado guerrero caído en combate ante la ofensiva del invasor. Según los testimonios de oralidad de la leyenda local huacachinense.
Huacachina es un pequeña vereda poblada por aproximadamente cien personas, apodada el “Oasis de América”, florece en los años 40 y 50 como destino de escapada de la élite peruana de la época, hoy es un importantísimo complejo turístico de hoteles y restaurantes de cinco estrellas, tanto para nacionales como extranjeros, recuperada en los años 90, gracias a las campañas de promoción y turismo llevada a cabo por los empresarios aposentados en el lugar y el gobierno Nacional peruano.