Insistentemente las autoridades del departamento de La Guajira, la Defensoría del Pueblo, la ciudadanía, organizaciones privadas y algunos medios, incluso el autor de este escrito a través de varios artículos en “Las 2 Orillas” hemos elevado un clamor y un mensaje de S.O.S. por la población pobre, indígena y campesina de la región, y en especial por sus niños, mujeres y ancianos que están siendo afectadas por la desnutrición y la falta de agua, pero hoy creo que es justo elevar también un S.O.S. por nuestra fauna, la cual en este momento está condenada a la extinción.
La Guajira está conformada por dos ecosistemas frágiles, con lluvias o sin ellas, el primero por un vasto semidesierto que afecta a la media y alta Guajira y el segundo por la Sierra Nevada de Santa Marta y la Serranía del Perijá que se ha visto agobiada por la colonización, la tala indiscriminada y la deforestación sin control.
En medio de estos escenarios sobrevive a duras penas algunas especies de mamíferos, reptiles, aves y peces que en este momento están expuestos a la extinción, ya sea por la caza o por la misma sequía, que mata sin discriminar a seres humanos y animales.
infortunadamente, nuestras especies animales no tienen voz, no tienen derechos y no tiene quien los defienda, no existen leyes para protegerlos, no existen medidas de emergencia para socorrerlos, y no hay organización que pudiéramos llamar “zoomanitarias” que se conduela de ellos.
Osito Mielero, Mapache o zorro manglero, Zorro gris o cangrejero, Zorro chucho, Mapurito, Comadrejas, Oncita o leoncito, ardillas, conejos salvajes, monos aulladores, reptiles de todas clases, aves de todos los tamaños tanto autóctonas como migratorias se están viendo diezmadas por diferentes razones, tanto climáticas como humanas.
El estudio que relaciono a continuación y que recomiendo descargar y leer, nos muestra por ejemplo las muertes de animales en las carreteras guajiras atropellados por vehículos que cuando ven una especie silvestre, en lugar de bajar la velocidad, aceleran con el fin de matar al indefenso animal que cruza las carreteras guajiras en busca de alimento.
http://www.fbiota.org/app/download/5734658718/INFORME+FINAL+peque%C3%B1os+mamiferos.pdf?t=1365093220
La situación de sequía que ha reducido los reservorios de agua ha puesto en peligro muchas especies que deben acercarse obligadas a los pocos abrevaderos naturales que quedan, lugar donde los esperan los cazadores con escopeta en mano para cobrar la presa, sin entender que en este momento estamos condenando a la extinción a los pocos ejemplares que nos quedan.
Me pregunto, que habrá pasado con las especies de peces de agua dulce que vivían en el río Ranchería que hoy está seco en más de un 90% , ¿quién ha estudiado esta situación?; que está ocurriendo con los peces que vivían en la plataforma marina que han desaparecido obligando a los pescadores wayúu a adentrarse peligrosamente muy lejos de la costa para poder pescar en unas aguas que aparentemente se están calentando más de lo normal, porque según dicen estos sufridos jornaleros del mar, ya no hay bocalorada, meros, pargos, mojarras, sierras, camarones ni langostas donde siempre habían existido y que generaban su sustento.
Las autoridades deben lanzar una mensaje urgente a la población para ordenar la veda o prohibición de cazar especies en este momento, deberían establecer centro de protección, recuperación y conservación de la fauna, construir reservorios de agua en zonas donde estos estos animales aún sobreviven, tal como se hizo con los Chigüiros en el Casanare, “PORQUE LA FAUNA GUAJIRA, TAMBIÉN TIENE DERECHOS”.
Es importante que entendamos que vivimos en un ecosistema donde todos los seres vivos dependemos los unos de los otros, si dejamos que nuestras especies desaparezcan nos estaremos condenado a la extinción a nosotros mismos.