La sala de lo contencioso administrativo del Consejo de Estado acaba de condenar al Ministerio de Educación y a la Universidad Nacional por violación sistemática al buen nombre de la familia directa de Jorge Eliécer Gaitán.
Estas políticas de memoricidio por parte del Estado son la continuidad y legado de las políticas coloniales. En la condena a muerte de José Antonio Galán no se contentaron con su magnicidio, sino que extendieron la pena a sus herederos en primer grado.
Dice la sentencia a muerte de nuestro héroe Comunero “(será) declarada por infame su descendencia, ocupados todos sus bienes y aplicados al Real Fisco, asolada su casa y sembrada de sal para que de esta manera se de al olvido su infame nombre y acabe con tan vil persona y su detestable memoria”.
Idénticos propósitos y su ejecución han venido siendo los actos sistemáticos y reiterativos cometidos por el Ministerio de Educación y la Universidad Nacional para acabar con la que consideran perniciosa memoria de Jorge Eliécer Gaitán. Así lo escribió, publicó y ordenó el psiquiatra Luis Carlos Restrepo, alto comisionado de paz de Álvaro Uribe Vélez, en su ensayo titulado 'La sangre de Gaitán'. Esta política, que se viene adelantando hasta el día de hoy contra la familia directa del Gaitán, el Tribuno del Pueblo, es reconocida por el Consejo de Estado en su fallo del pasado 30 de septiembre, con radicación 25000-23-26-000-2009-00585-01(43437), en la que se establece que ambas instituciones del Estado deben publicar en la prensa el fallo que reconoce las calumnias e infamias persecutorias cometidas contra la familia directa de Gaitán.
También se ordena la publicación de un folleto donde se explique con claridad qué es el sitio de memoria, llamado El Exploratorio que, junto con la Casa-Museo Jorge Eliécer Gaitán, situados en el barrio Santa Teresita de la localidad de Teusaquillo, son monumentos que hay que conservar como lugares de preservación del legado ideológico del líder popular.
A partir de ahí se demostrará que no solo con José Antonio Galán, sino también con Jorge Eliécer Gaitán, sus bienes fueron dolosamente pasados al fisco y fue “asolada su casa y sembrada de sal”, para que “de esta manera se dé al olvido su infame nombre”, como dice la condena a Galán el Comunero.
Este fallo del Consejo de Estado se constituye en cimientos que servirán de fundamento para restituir no solo el buen nombre de los herederos directos de Jorge Eliécer Gaitán, sino igualmente el patrimonio histórico que han destruido deliberadamente –como hicieron con la casa de José Antonio Galán–, reconociéndose así que al MAGNICIDIO de ambos líderes le siguió el MEMORICIDIO de estos dos líderes populares, cuya lucha perturbaba las gestiones de poder absoluto de los dominadores.
En forma idéntica a lo planeado contra el prócer comunero lo repitieron con Gaitán, como lo demuestra el fallo del Consejo de Estado. Por eso podemos repetir el grito de batalla de Jorge Eliécer Gaitán al día siguiente de las elecciones presidenciales en las que él era candidato: “HOY COMIENZA LA LUCHA”, porque con este fallo no ha terminado nuestra batalla por recoger la memoria de Gaitán y del pueblo colombiano para reanudar la marcha hacia la victoria definitiva de los olvidados y humillados de este gran pueblo que es el nuestro.
