El banquero Luis Carlos Sarmiento Angulo se propuso una meta ambiciosa para dar un gran salto en su negocio de hoteles: lograr que la lujosa cadena Hyatt, aterrizara en Colombia. Quería acceder a los viajeros elite del mundo y sabía que eso implicaba apostar en grande. En el 2008 empezaron los viajes de sus ejecutivos a Chicago, en Estados Unidos, a reunirse con los directivos de la corporación multinacional cuyo sello está en más de mil hoteles de lujo en sesenta países de los cinco continentes.
Como carta de presentación, además de su fortuna en el sector bancario, tenia el portafolio de hoteles de su propiedad a través de Corficolombiana, la exitosa corporación financiera presidida desde hace dos años por Maria Lorena Gutiérrez, la ex superministra de Juan Manuel Santos.
Corficolombiana tenía ya la experiencia en el negocio de la hotelería en Colombia como accionista mayoritaria, con un 85%, de los Hoteles Estelar, una cadena de 28 hoteles en 10 ciudades diferentes que cuenta con una oferta de al menos 3.424 habitaciones de lujo en Colombia, sin incluir el tradicional Intercontinental de Cali, el Hilton de Cartagena y el complejo hotelero y centro de convenciones Santamar, en las afueras de Santa Marta, que son 100% propiedad de Corficolombiana pero operados por dicha firma.
Tiene además inversiones en hoteles de lujo en Perú, dónde es dueño del Estelar Miraflores de Lima con una oferta superior a las 400 habitaciones, además del Estelar Panamá en Ciudad de Panamá, con 200 habitaciones de lujo. La cadena ha construido al menos dos nuevos complejos hoteleros en el departamento de Boyacá desde entonces.
Y esque desde el año 2008, la cadena de hoteles Estelar ha registrado anualmente un incremento del 9% en los ingresos promediados hasta el 2019, año en el que reportó ingresos de $321 mil millones, según Corficolombiana.
Entonces, a una oferta global de aproximadamente 4.238 habitaciones con tarifas promedio que oscilan entre los 90 y 170 dólares la noche, se le sumaba su respaldo financiero como banquero mayor que bastaron para que después de casi dos años de negociaciones con la corporación Hyatt, en el 2012, viera la luz verde al megaproyecto que el magnate soñaba construir en Bogotá, en el área de influencia del aereopuerto El Dorado y con una oferta de servicios de primer nivel, incluido un gran salón de conferencias y servicios para altos ejecutivos internacionales.
A título personal, y no a través de Corficolombiana, Luis Carlos Sarmiento Angulo se le metió al negocio. Con su respaldo financiero a través de una inversión de $ 130 millones, el Grand Hyatt, para muchos el más lujos entre los hoteles 5 estrellas de la capital, se hizo realidad el 2 de octubre de 2018.
“Tenemos el mejor hotel de Colombia”, dijo con voz pausada Luis Carlos Sarmiento, mientras cortaba la cinta del Grand Hyatt Bogotá. La calidad de la obra y los servicios permitía ofrecer habitaciones desde USD 110 dolares para una estándar hasta suites que oscilan entre los USD 700 y 1000 la noche.
El hotel de Bogotá fue realmente la cereza del ponqué porque Sarmiento y el grupo Hyatt ya se habían probado como socios para la construcción del Hyatt Regency Cartagena dos años antes, en el 2016. En su primera temporada navideña tras inaugurado, en el 2017, el Regency de Cartagena alojó más de 70.000 huéspedes, superando las expectativas de sus inversionistas en un 60%. Un negociazo que abrió el apetito de Sarmiento para tener su propio hotel con el gran sello.
La del Grand Hyatt de Bogotá, constituía la inversión más alta que se ha hecho en los últimos años en un hotel de lujo en Colombia, que superaba de lejos a otras importantes como las hechas para construir el Conrad Hilton Karibana, de Cartagena, que costó USD 110 millones; el JW Marriott de Bogota con USD 60 millones y del Hilton Bogotá que en su momento costó USD 50 millones y que convierten sin duda a Luis Carlos Sarmiento no solo en el banquero más grande del país sino también el magnate de los hoteles de lujo. Un negocio a la altura del hombre más rico de Colombia con una fortuna que puede llegar a los USD 12 mil millones según la revista Forbes.