El cáncer que carcome al sistema de salud en el país no da tregua y en el departamento del Cesar está haciendo mella desde hace varios años. Este karma lo padece en carne propia el hospital Inmaculada Concepción del municipio de Chimichagua.
Se ha podido conocer por filtraciones de la prensa que al hospital le estarían jugando sucio con una supuesta construcción que está quedando en pañales, un obsoleto parque automotor de ambulancias y el desangre de las finanzas que le hicieron los ex gerentes que por allí pasaron. Todo al punto de dejar al hospital en ley de quiebras.
¿Qué pasó con el dinero?
No se sabe qué pasó con la millonaria inversión. Se conoció por medios locales que el recurso dispuesto para la construcción de esta obra fue de nueve mil doscientos ochenta millones de pesos, con el cual pretendían hacer un hospital completamente nuevo; es decir, se iba a edificar con base en un diseño moderno que cumplía todas las especificaciones para prestar un servicio eficiente. Además, el modernísimo centro asistencial contaría con servicio de hospitalización, 15 camas, consulta externa, urgencias, laboratorio clínico, odontología, centro de recuperación nutricional y sala de parto. Sin embargo, todo eso quedó en promesas inconclusas.
El gerente del hospital, César Alberto Suárez Medina, manifestó que se han presentado retrasos en la entrega de la obra, pues habían dado dos fechas de entrega para el año 2016. No obstante, esas no se cumplieron y lo que conoce es que el hospital será entregado en este año 2017.
Pero eso no es lo único, se conoció además que el dinero no alcanzó y los contratistas estaban esperando la famosa adición presupuestal, debido a que se presentaron unos cambios en los diseños de electricidad que al parecer nunca estuvieron contemplados. Esto originó también que la obra estuviera parada por más de dos meses.
Hay más, el gobernador, Franco Ovalle, al parecer no tiene buenas relaciones con el municipio, no solo porque no ha aflojado el dinero para poner a caminar el hospital sino que sacó a ese municipio de un proyecto de ambulancias para renovar el parque automotor de esa población.
Atención precaria en la E.S.E Inmaculada Concepción
Pero el problema no es solo el retraso de las obras, sino lo que con ello se ha generado. Se conoció que la atención del centro asistencial se está dando a medias, debido a que desde hace varios meses el hospital viene funcionando en casas vecinas que fueron arrendadas mientras se realizaba la culminación del proyecto de remodelación. Sin embargo, hasta la fecha los pacientes siguen padeciendo.
Suárez Medina dijo que se han venido gastando unos rubros por concepto de arriendo. Comenzaron pagando 10 millones de pesos mensuales en arriendos de casas que fueron habilitadas para la atención de los usuarios, actualmente pagan siete millones de pesos.
Por su parte, el exdiputado de la asamblea del departamento del Cesar, oriundo del municipio de Chimichagua, Jairo Gómez, le dijo a un medio de comunicación que la precaria atención que se viene prestando en el municipio no es nueva y que lo primero que hay que revisar es el estado en el que se encuentran las ambulancias, tanto las que están en la zona urbana como en la zona rural y pluvial.
Hoy el municipio cuenta con unas ambulancias que ya cumplieron su vida útil. Además, el personal médico actual de la institución no es suficiente, ya que el hospital no cuenta con los espacios suficiente. Eso hace que no se presten los servicios como debe ser, lo que conlleva a que la comunidad hoy esté inconforme.
Hasta la fecha la alcaldesa de Chimichagua, Maritza Pérez, todavía no se ha pronunciado sobre la crítica situación del hospital. ¿A qué se deberá el silencio de la burgomaestre?
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