Desde niña crecí viendo como llegaba tanta gente extranjera a la isla, pero que solo los veíamos llegar en sus lanchas grandes y bonitas a bañarse en la playa, a visitar el ocenario y luego se marchaban . Vi que eran pocos los que se quedaban y lo hacían en los hoteles lujosos y de "cache" que hay alrededor de la isla.
Un día no alcancé a tomar la lancha de la comunidad y me fui por la tarde a "Cartagena" como se le llama al casco urbano de la ciudad. Al lado mío un turista me preguntó, ¿tú de dónde eres? yo le contesté orgullosa: pues de aquí de Islas Del Rosario. Con asombro me respondió ,¡aaah¡ es que allá vive gente?, de haberlo sabido me hubiera quedado a conocer.
En ese momento entendí, lo invisibilizados que estábamos por todos, pero también entendí lo interesante que sería si la gente a la que le interese conocer nuestra cultura, nuestra cosmovisión, nuestros ecosistemas, tuviera la oportunidad de hospedarse en la isla y compartir con nosotros y que también los miembros de la comunidad pudieran generar sus propias alternativas de negocio, sus propias microempresas y ecohoteles.
De allí nació la idea del ecoturismo comunitario, hoy el Consejo Comunitario de Islas del Rosario luego de su lucha por la permanencia en el territorio estamos asumiendo este nuevo resto.
En estos momento ya hay activos 7 ecohoteles, 2 ecocamping y un hamaquero, servicio de guías de interpretación ambiental y guías de snorkel para la gente que quiera conocer, compartir y contribuir a conservación de el medio ambiente.
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