Una primera conclusión de las elecciones presidenciales es que la izquierda y sectores democráticos y de opinión rompiendo el record histórico del abstencionismo y la apatía electoral, ayudaron a escoger el escenario Santos. Porque no se escogía sino que se eliminaba, y en efecto el pueblo colombiano logró eliminar la posibilidad de que el Uribismo en cuerpo ajeno (Zuluaga) volviera a recuperar el poder presidencial y así continuar con el modelo de Estado en guerra permanente, de carácter autoritario y neofascista con las sabidas consecuencias para la paz con justicia social, la oposición política, los sectores populares, las comunidades campesinas, etc. La opción de ultra derecha Uribista ha sido derrotada temporalmente.
Estas elecciones registraron 2.4 millones de votantes más que la primera vuelta. Que ese 5% más de electores decidieran votar fue un logro importante donde la izquierda y sectores democráticos jugaron un papel llamando a apoyar el mandato de los diálogos de paz por el fin del conflicto armado.
Una segunda, es que el voto en blanco a pesar de quienes llamaron a votar por él como las fuerzas que aglutinó el MOIR dentro del Polo Democrático, y algunos sectores minoritarios de izquierda no convocó y no representó mayor cosa en las elecciones presidenciales. El resultado del voto en blanco confirma lo desacertado de esa táctica electoral.
Tercera, que la izquierda y los sectores democráticos ayudaron a escoger el próximo escenario de acción política donde la defensa de los diálogos y la búsqueda de la paz a través de el fin del conflicto, le permite al Frente Amplio por la Paz fortalecerse, ampliarse y jugar un papel estratégico en la lucha por la paz con justicia social. Cuál escenario escogimos? Uno con Santos y una mayoría que le posibilita al movimiento social y político, a la izquierda y la oposición, mejores condiciones para continuar la lucha por el cambio, que es lo que demanda el momento.
Finalmente, corresponde avanzar hacia la conquista de una apertura democrática, la Asamblea Nacional Constituyente, el cambio del modelo neoliberal y la conquista de las condiciones para la vida digna de la mayoría que no se consigue con una firma del fin del conflicto armado sino avanzando hacia una amplia coalición de fuerzas políticas en un gran Frente Amplio por la Paz y la Democracia desde donde continuemos la movilización y la lucha.
Olafo Montalban