Amaste las tormentas.
Te metiste por callejones de escombros donde la democracia siempre te sonrió, sin dientes.
Viviste toda una existencia asediada, acechada y señalada primero por ser liberal, luego, socialdemócrata, posteriormente por cruzar las orillas de la izquierda, por fundar un nuevo partido, tu partido, Poder Ciudadano y en los últimos tiempos por asumir las banderas del progresismo en el pacto histórico. No suficiente con esto, recibiste cientos de cartas de espantapájaros y de las águilas negras que interrumpieron tu siesta, aceleraron tu agenda, suspendieron una reunión o tuviste que salir corriendo del sitio donde estuvieras para esconder la algarabía de tu sonrisa.
Tuviste como amigos a Hugo Chávez, Cristina Fernández, Luiz Inácio Lula da Silva, Evo Morales, y otros tantos de nuestra política latinoamericana de izquierda.
Abrazaste las encrucijadas de la paz, una y otra vez, en medio de la violencia demencial que tu propio cuerpo afrontó.
Te quisieron enjaulada y te fabricaron velorios.
Fuiste arrojada a la trituradora de los medios de comunicación donde te llamaron revoltosa, aventurera, insidiosa y otros tantos epítetos difamantes y despreciativos.
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Tragaste tus miedos en retoques estéticos y siempre los escondiste en tus infaltables y bellos turbantes.
Llevaste siempre bien puesto tus trajes con las texturas de la dignidad y tus impecables decorados los pintaste con los colores del arcoíris y de la guacamaya.
Te gustaban los espejos donde podías volcar tu coraje y donde recrear los tonos de tu resistencia.
Desplegaste siempre un aura de sensualidad, que, a las mujeres les disgustaba y a los hombres distanciaba.
Llevaste este país metido en cada una de tus arterias, con el respirabas de mañana o en la tarde. En noches de insomnio o de festejo.
Te convertiste en candidata presidencial en el año 2018 junto con Jaime Araujo Rentería, el expresidente de la Corte Constitucional, tu amigo, quien te respaldó sin cuotas, vergüenzas, ni tapujos.
Fuiste nido, puente y urdimbre en nobles causas por la defensa, cuidado y protección de los derechos humanos,
Con tu persistencia de cigarra ayudaste a crear el movimiento político de izquierda de Marcha Patriótica que reunió a cientos de jóvenes militantes de la izquierda colombiana.
Piedad,
Por la escalera de los jardines que tanto te gustaban, intenta llegar a tus propios cielos, corre por tus ríos, encuéntrate con la mirada amorosa de tus ancestros, sonríele a las nubes, sueña con la ceiba de la memoria, la que te construiremos, los de abajo, los sin tierra, los sin casa, los sin techo, los del sur.
