Desde el momento que encargaron a Carlos Holmes como Ministro de la Defensa, sabia que lo iba a hacer muy bien. Su preparación, conocimiento del Estado, años de experiencia en distintas áreas, sobretodo en su condición de Alcalde de Cali responsable de la seguridad de una de la ciudades más grandes de Colombia, me hacían pensar que iba a poder ser un gran Ministro de Defensa, y no me equivoque.
Holmes ha recorrido el país de arriba abajo en su nuevo cargo, el dinamismo dentro del Ministerio ha cambiado, todo se ejecuta de forma rápida, la presencia en las regiones es permanente, hay 2 o 3 Consejos de Seguridad a la semana como mínimo en distintos lugares del país, los Alcaldes y Gobernadores ven en el nuevo Ministro un amigo, un Ministro cercano, un agente del Presidente.
Ahora bien, este dinamismo a todos no puede gustarle, y en este caso es a los criminales, quienes ven en Carlos Holmes, una barrera para seguir delinquiendo, y por ello, entre otras cosas, se presentan hechos como los ya denunciados por el Ministro de planes para querer hacerle daño a su integridad y labor institucional, según lo constatan informaciones de inteligencia.Frente a ello, las declaraciones del Ministro fueron como se esperaban institucionales, con contundencia y sin vacilación, apegado a Dios y a las Fuerzas Militares y con una firme convicción de seguir enfrentado al terrorismo a través de las Fuerzas Armadas.
Animo Ministro, usted es un Ministro de cuatro soles, su tarea publica en varios años lo demuestra. Como usted lo ha dicho Colombia no tiene porque vivir con miedo, somos más los buenos, Colombia lo necesita.