Se acababa el día, su hermana Marcela la estaba esperando en el carro: se demoró un poco, pero salió. A los 10 minutos se oyó la gran explosión del Club El Nogal.
La artista cuenta que “pocos días después del atentado de 7 de febrero de 2003 como responsable del patrimonio artístico del Club El Nogal tuve que entrar a sus instalaciones para verificar el estado de las obras de arte. Lo que vi durante ese recorrido permanecerá en mi recuerdo para siempre. A medida que llevaba a cabo esta tarea, supe que era necesario guardar una memoria de lo que encontraba a mi alrededor.
El edificio había estado aislado por las autoridades hasta ese momento. Todo se encontraba igual como quedó después de la explosión; el tiempo se detuvo. En los pisos inferiores, la oscuridad era total debido al colapso eléctrico y en todas partes un velo negro de hollín, causado por el incendio, cubría las paredes y los objetos.
Desde adentro surge de esa experiencia. Busca acercarse a lo ocurrido al captar la atmósfera de lo que allí se vivió mediante el registro de una serie de señales y huellas que encontré inscritas sobre el polvo y el hollín en distintos lugares y eran las manos y rastros que dejaron los sobrevivientes mientras trataban de salir del lugar guiándose por las paredes.
La mayoría de las fotografías fueron tomadas tres días después del atentado. Otras una semana más tarde cuando se inició la remoción de escombros, momento en que también se realizó el video: un registro de doce horas continuas de filmación, de una toma fija, desde el amanecer hasta el final del día.
Como trabajaba allí, el registro de las fotografías era conmovedor Se acercaba a esa terrible realidad tratando de captar lo sucedido, pero salían imágenes muy abstractas e igualmente conmovedoras. Todo realizado desde una proximidad me conmovía con los hechos y las personas y pretende ofrecer una mirada diferente a las versiones de prensa centradas en la destrucción, la pérdida material y el señalamiento de los culpables.
Este trabajo está dedicado a todas las personas que estuvieron en el edificio esa noche, a quienes sobrevivieron y a quienes no lo lograron.
En la primera exposición de las fotos alguien dejó una nota que decía: vaya al Hospital San Juan de Dios. Es el enfermo más grave que tiene Bogotá. Fue y encontró un lugar desolado donde 15 personas sin sueldo viven en el hospital y que limpian lo que queda de un sitio. También se dedicó a registrar el abandono fotos y hacer instalaciones de lo poco que queda. Un enorme conjunto que se cae a pedazos. Lo que fue un gran lugar de salud se convirtió en el abismo del abandono. Pedazos de camas, colchones sin lugar y almohadas en el suelo a los que les sembró pasto. Y creció un jardín donde había guardado el dolor.
La exposición antológica se encuentra en el segundo piso del Museo Miguel Urrutia se encuentra dividida en secciones: en la fabrica del polvo, que también es el título de la exposición. Ante el tiempo que son frases de libros o de la vida: por ejemplo: Polvo eres…..el final los sabemos. Explorando parentescos,
Nuevas floras La otra sección, también muy sutil y bella es tallar los árboles sin cortarlos. La madera queda en el árbol y el mismo árbol, con el tiempo, recoge la intervención artística. Del otro lado. Ante el tiempo
Inteligente exposición. De largo aliento. Cada serie puede durar 7 años. Vale la pena.