El futuro del mundo entero, en términos de movilidad, ambiente sano y salud, dependerá de la bicicleta.
En toda Colombia crece la afición recreativa, pero no se desarrolla la bicicleta como medio de transporte habitual. Hay todavía una especie de resistencia al que en Países Bajos es el principal medio de transporte. Ámsterdam, la capital, tiene más bicicletas que habitantes y más ciclorrutas que cualquier otra ciudad en el mundo. De hecho, la prioridad en los cruces la tienen los ciclistas.
A nosotros nos falta infraestructura y política pública de estímulo. Y protección al ciclista, mucha protección. Y seguridad, como a todos. Aquí, a lo sumo los obreros, los trabajadores de la rusa, algunos campesinos y un ejército de locos ambientalistas, montan a diario en bicicleta por física necesidad o plenitud. Y los biciafiebrados. Por los últimos y no sólo para ellos, escribí un libro que reúne once historias en tono de perfil periodístico: Bici-ble-mente: Historias de vida y bielas.
Todas las personas aquí perfiladas –y por cuenta de sus historias de vida convertidas en personajes– encontraron en la bicicleta una razón para vivir, para trasformar la vida o simplemente para recuperarla. Sólo uno la perdió haciendo una de las cosas que más le gustaba en la vida: montar en bicicleta. Ojalá nunca sientan indiferencia por un ciclista en la vía. Cada vez que vea uno: respete y valore aún más la vía y la vida.
Las de estos once titanes y titánidas es verdaderamente extraordinaria.
El ‘Pantano’ de Jarlinson: Jarlinson Pantano Gómez
A este exciclista profesional lo van a recordar por tres cosas en la vida: porque se ganó una etapa en el Tour de Francia, por la acusación de doping que lo sacó por la puerta de atrás de este deporte y porque los ladrones le desocuparon dos veces su tienda de bicicletas e implementos de ciclismo en Cali, en medio del Estallido Social. Pensó en el suicidio, no apeló el fallo de la UCI, cree en Dios y vive para su familia.
“Una locura que me cura todo”: Jan Alexis Viveros Mina
Le dicen Dron, mide 2,05 m. tiene 39 años y se enfrenta a los más empinados ascensos en su bicicleta de montaña con un solo brazo: el derecho. El izquierdo es un colgandejo encogido de huesos y músculos atrofiados. Un médico le fracturó el hombro el día que nació. No guarda rencor. Es feliz. Es además paciente de diálisis lunes, miércoles y viernes. Monta jueves y fines de semana. Ama sus bicicletas.
“Yo soy el milagro”: Edwin Zúñiga Restrepo
La doctora que le dijo a su esposa Raquel: “Edwin está en fase terminal, su cáncer es etapa cuatro. La metástasis es muy dura y sólo podemos darle cuidado paliativo”. Y después a él: “Sepa que usted no tiene cura, usted no se va alentar y si se alienta es un milagro”, ahora lo ratifica, usted es un hermoso milagro. Con un sólo riñón, una vértebra de titanio y diez tumores en el cuerpo, se aferró a Dios y a la bicicleta.
El problema es no haber sido paisa: Ana Paola Madriñán Villegas
A pesar de su estatura –1,58 m–, en la montaña era muy difícil superarla. María Luisa Calle prefería retirarse de las competencias que ser derrotada por ella. Fue una de las que desbrozó el camino que hoy recorre el ciclismo femenino nacional. Se retiró campeona hace poco más de una década y no hay a la vista del pelotón vallecaucano, otra corredora que se proyecte igual. Habla fuerte, es crítica y sigue subiendo duro en bicicleta.
“Yo siento que estoy completo”: Juan Carlos Torres Mercado
Dos años, cuatro meses y 23 días –amén de un innumerable listado de citas, exámenes, diagnósticos, cirugías, largos insomnios, intensos dolores y una batalla jurídica con el sistema de salud en Colombia–, necesitó este fotógrafo para que le amputaran su brazo derecho porque le había quedado inservible luego de sufrir un accidente en su BMX. Ahora hace duatlón: ruta y running. El plexo es su marca.
"El campeón necesita todo y eso incluye suerte": Remberto Jaramillo Romero
Después de correr completas 14 vueltas a Colombia y 15 clásicos RCN y no retirarse de ninguna de todas las carreras que se disputan en el suelo patrio y algunas de las que se desarrollan en otros países del vecindario latinoamericano –en ocasiones a pesar de las más adversas circunstancias– habla como descendía: sin frenos en la lengua. Vive de su taller de bicicletas, mama gallo, estudia, es entrenador y apoya a su hijo en la profesión a la que le debe todo cuanto tiene, es y sabe.
Polvo de los caminos: Alejandro Vargas Salas
Es un tipo serio, disciplinado y puntual. “Yo soy triatleta y después lo demás”, afirma con una certeza hasta cierto punto temeraria pues es hijo, hermano, esposo, padre, administrador de empresas, docente universitario y experto en artes marciales. Perdió su pierna derecha de raíz. Una amputación desarticulada, porque sus huesos quedaron muy astillados, le salvó la vida. Trota, nada y hace bicicleta.
¡Sorprende el tamaño de su sonrisa!: Yady Vanessa Fernández Bravo
Triunfaba en el fútbol español y gracias a su buen desempeño hizo parte de la pre Selección de Colombia sub 17 en 2011, que clasificó por primera vez a un campeonato mundial en Alemania. Unas vacaciones en Guayaquil- Ecuador se le convirtieron en pesadilla. Estuvo 15 días en estado de coma y con la vida en puntos suspensivos. Perdió la pierna izquierda en un accidente de tránsito. La bicicleta es ahora su realidad y su sonrisa. Compite en ruta y pista.
Bronce en Tokio e ilusión dorada en París: Juan José Betancourt Quiroga
En los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020 ganó medalla de bronce para Colombia en la prueba de ruta masculina Clase T1-2, que él jocosamente comenta: “es categoría borrachos como yo”. Es el mejor paraciclista colombiano y uno de los mejores del mundo. Tiene parálisis cerebral espástica, una cuestión que afecta su motricidad, pero no su intelecto. Es sólo que su corazón necesita un poco más de tiempo para verbalizar lo que su mente ya sabe. Entrena para ganarse el oro en París.
La bicicleta como inspiración artística: Libardo Victoria Chávez
Movido por la presión de tribus urbanas que lo sumergieron en ciencias ocultas y ritos satánicos, llegó a prácticas sociales y culturales que por poco le cuestan la vida. Para fortuna de él, de su familia y de la bicicleta, sobrevivió. Tiene secuelas de afasia y hemiparesia derecha. Hoy Victoria Arte, todo hecho a mano, es su proyecto de vida hecho realidad con la bicicleta como protagonista, porque la considera un artefacto ligado a toda la humanidad, con una especie de conciencia poética de la vida.
Cuando la muerte también madruga: Jorge Alberto Martínez
Es la historia que cierra el libro y la única en la que el protagonista ya no está. Murió haciendo una de las cosas que más le gustaba en la vida: montar en bicicleta. Jorge murió arrollado por un vehículo. La magnitud de la tragedia pudo haber sido mayor, una gran catástrofe con muchos muertos, pero él se les había adelantado a todos. Incluso se le adelantó a la vida con su prematura partida. Así son los líderes. Así también, los héroes anónimos.
El libro 'Bici-ble-mente: Historias de vida y bielas' se presentará el próximo viernes 30 de agosto de 2024 en las instalaciones de la Universidad Autónoma de Occidente (Cali).
