La noche que le cambió para siempre la vida a los Colmenares

La noche que le cambió para siempre la vida a los Colmenares

Desde la muerte de Luis Andrés, la familia ha estado bajo el lente de los medios, el escrutinio de la opinión pública e incluso ha recibido amenazas. Esta es la historia

Por: Laura Sofía Celis Irurita
junio 20, 2019
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La noche que le cambió para siempre la vida a los Colmenares

Luego de nueve años del crimen de Luis Andrés Colmenares, Jorge y sus papás siguen viviendo en la misma casa donde a petición de la señora Oneida, la habitación de Luigi permanece intacta.

Al entrar al cuarto, se puede ver a mano izquierda un pequeño perchero de madera, varias medallas que le fueron otorgadas a Luis Andrés por su rendimiento académico y deportivo, y tres fotos consecutivas de cuando estaba en el colegio (usando un uniforme con camisa blanca y saco rojo).

Observando más, al lado izquierdo de su cama se ve su mesa de noche, donde bajo un pequeño vidrio que la cubre están todos los billetes que su papá le daba de recuerdo cuando iba a otros países y sobre el vidrio, una foto de recuerdo de su primera comunión. La cama está apenas desordenada, la cubre una colcha azul y dos almohadas en diferentes tonos del mismo color. Sobre la cabecera está colgada una cruz en madera.

A mano derecha está el cuadro del rostro de Luis Andrés, que según la serie de Netflix él conoció, pero que realmente fue un obsequio a su familia luego de su muerte. “El cuarto de mi hermano es ahora como un lugar sagrado, donde entramos cuando cualquiera de los tres tiene muchas cosas en la cabeza o no nos sentimos tranquilos. Es el cuarto en el que uno entra para sentir paz, para buscarlo, para intentar buscar soluciones…”, afirmó Jorge.

Desde la noche del crimen de Luis Andrés, la vida les cambió a todos. La familia Colmenares ha estado bajo el lente de los medios, la opinión pública e incluso ha recibido amenazas. “Con Luis Andrés además se fue una parte fundamental de la familia. Él era mi amigo, padre, consejero… él era un todo”, manifestó Jorge.

Según su hermano, Luis Andrés Colmenares era una persona centrada, un líder nato, un hombre alegre que reflejaba plenamente las raíces costeñas de su familia. Aunque es consciente de que no se puede decir que exista una persona perfecta en el mundo, afirma que Luis se asemejaba casi a la perfección con las virtudes que él tenía.

Jorge Colmenares recuerda que una vez, cuando apenas iba llegando a casa con sus papás, lo inquietó ver las luces encendidas. Al abrir la puerta se encontró con el piso lleno de barro, los muebles tirados por todas partes y los portarretratos quebrados… nada estaba en su lugar, todas las gavetas estaban abiertas. Sin embargo, aunque todo estaba por el piso, seis millones de pesos en efectivo y las joyas en oro de la señora Oneida estaban intactas.

Horas más temprano, Jorge había recibido una llamada de su mamá diciéndole: “Jorge, hay una USB en nuestro escondite que recibimos supuestamente con información, tu papá y yo vamos saliendo a hacer una vuelta, llega a la casa y mira qué es”. Cuando Jorge la revisó, llamó a su mamá y le dijo que le contaba lo que había visto en la noche cuando se vieran porque él también debía salir un momento. Se llevaron unos relojes de la colección de don Luis y unos computadores que había en la casa. Nunca encontraron la USB.

 - La noche que le cambió para siempre la vida a los Colmenares

Lo que pasó el 31 de octubre del 2010, en la noche de la muerte de Luis Andrés Colmenares, es aún incierto y se encuentra a la espera del pronunciamiento del Tribunal Superior de Bogotá. Según las versiones de Laura Moreno y Jessy Quintero, que habrían estado con Luis Andrés esa noche, estaban en la salida de la discoteca esperando el carro para irse de la fiesta, cuando de repente Luis se fue hacia la calle 85 con 15 a comprar un perro. Cuando ya lo tenía en la mano, él salió corriendo hacia el Parque El Virrey, que queda dos cuadras más al norte y se tiró al caño.

Cuando murió su hermano, Jorge tenía apenas 15 años y su papá se encontraba fuera de la ciudad. “Esa noche nos engañaron mucho", cuenta. "El cuerpo de mi hermano nunca estuvo ahí, los bomberos entraron y en la primera búsqueda no estaba. La Policía solo nos acompañó a mi mamá y a mí para decirnos que estaba desaparecido y que lo buscáramos en hospitales porque hasta que no pasaran 32 horas no podíamos colocar el denuncio".

Agregó: "Laura nos dijo que Luis saltó acá y pues yo enseguida me iba a meter al caño hasta que ella me dice que ya para qué me voy a meter si los bomberos habían entrado, ella también y no habían encontrado nada”.  Jorge y su mamá decidieron luego ir a buscarlo en otros lados y no perder tiempo quedándose allí. La palabra de Laura era confiable entonces pues era la mujer con la que su hermano estaba saliendo y, además, Jorge ya había compartido con ella antes, una vez que junto con Luis Andrés lo habían llevado a una fiesta.

Pues bien, cuando Jorge y su mamá volvieron al Virrey, los bomberos se rehusaban a volver a entrar caño, así que su mamá decidió tomar la iniciativa y decirles que si ellos no entraban, entraba ella. Lo que para la familia fueron pequeños errores en las primeras horas de investigación, ahora son fallos fundamentales para poder esclarecer el crimen de Luis. “Si nosotros en la madrugada hubiéramos ingresado al caño y no hubiéramos encontrado nada, entonces después no hubieran dejado el cadáver de Luis ahí y no sabríamos que fuera de él entonces”, dijo Jorge.

Desde que llamaron a la casa de Luis Andrés a decirles que se encontraba desaparecido, Jorge asumió cumplir las funciones de su hermano. Su mamá necesitaba que alguien la apoyara y la consolara, alguien que le demostrara que no estaba sola. Luis Andrés en la casa tenía el papel de padre, de líder y por esto mismo tuvo una relación tan cercana con su mamá. La señora Oneida muchas veces recurría primero a Luis Andrés ante problemas o situaciones que no sabía cómo comentarle a su esposo. Entonces, ese 31 y en toda la búsqueda, Jorge tuvo que ser la imagen de su papá y su hermano al tiempo.

Cada quien vivió el duelo a su manera: Don Luis trabajando; la señora Oneida, en el dolor, y Jorge—como él afirma– en sí no tuvo duelo. “Yo tenía que concentrarme en mi mamá y cuando ella se decidió a esclarecer el caso de Luis, pues no íbamos a dejarla sola. Todos empezamos a apoyarla, también los hermanos de ella y primos de mi hermano. Entonces como familia decidimos esclarecerlo porque nosotros conocimos a Luis Andrés, nosotros sabíamos que él no era ningún loco que comía y salía corriendo. Nos parecía ilógica esa versión”, contó.

Ahora que nueve años después Netflix decide lanzar la serie Historia de un crimen: Colmenares, la familia se enfrenta a un montón de sentimientos encontrados. “El personaje de Luis Andrés sí se parece mucho físicamente a él. A nosotros nos conmovió mucho ver un actor que se pareciera tanto a mi hermano, pero al seguir viendo la serie comenzamos a notar una cantidad de inconsistencias con la vida real que no podíamos pasar por alto. En el primer capítulo, cuando vimos que muestran a mi hermano como un ser guache que trató mal a Laura y a Jessy saliendo de la discoteca, nos sobrecogimos, mi hermano no era así. Mi hermano era todo lo que mi papá estaba intentando amoldar para entregarle a la sociedad, era un caballero con valores, estamos seguros que bajo ninguna circunstancia Luis Andrés hubiera tratado así a una mujer”, relató Jorge.

Además de las inconsistencias que como familia encontraron al ver la serie, Jorge se manifestó inconforme con el uso que se le dio a la imagen de su mamá. “Luego de la muerte de mi hermano muestran a mi mamá como si fuera una bruja, como si hiciera santería o algo por el estilo. Mi mamá es una mujer superentregada a Dios. Todos los días le ora y es muy creyente en la virgen. Entonces, que mi mamá hiciera brujería o invocara el espíritu de mi hermano es totalmente falso”.

Así mismo, el sueño representado en la serie de Netflix, donde Luis Andrés le manifiesta a su madre que las pruebas están en su cuerpo, sí sucedió y es este acontecimiento lo que da pie a “unos investigadores” y no a Antonio Luis, como se muestra en la serie, para reabrir el caso. La familia considera que fue la fuerte relación madre e hijo y la creencia católica de la señora Oneida lo que le permitió a Luis Andrés esa breve comunicación, pues además afirman que era algo que Luis necesitaba decirles de alguna forma.

A Jorge Luis le resultaba increíble asimilar cómo es que en la serie podrían recrear su personalidad y la de su familia sin conocerlos, sin tener siquiera su autorización para la producción de la misma y cómo iban a hablar de un caso que se encuentra inconcluso. Aunque para la familia es inconcebible que otras personas se estén lucrando con la pérdida de un ser querido que no es tangencial en dinero, el actual abogado Jorge Colmenares es consciente de que es imposible que Netflix retire la serie de su plataforma y que en cuanto a acciones legales refiere solo existen algunas herramientas en temas de aclaraciones que la propia plataforma tendrá que hacer.

“Los eventos y personajes representados con relación a la muerte de Luis Andrés Colmenares han sido llevados a la ficción para retratar uno de los casos más controversiales en la historia de Colombia. Las escenas mostradas no pretenden ser un reflejo fiel de la realidad”, aclara Netflix al finalizar cada capítulo de la serie sobre Luis Andrés. Aunque basada en la obra El enigma Colmenares de Maya Sierra y la investigación periodística de José Monsalve, Jorge me manifestó su desazón con que intentaran mostrar que su hermano se haya querido suicidar por el hecho de que don Luis Colmenares hubiera viajado a Chile. “Eso es ilógico—refutó Jorge—, mi papá lleva viajando desde que yo tengo uso de razón los fines de semana, viaja el viernes y vuelve el sábado. Y todos sabemos que mi papá viaja el viernes y regresa el sábado. Entonces no eso no era un hecho nuevo para nadie".

“Es mentira también que alguno de los involucrados en el caso alguna vez se haya acercado a nosotros para acompañarnos en el duelo o dar el sentido pésame", me aclaró Jorge. "Laura y Jessy, una vez que mi mamá fue a la universidad para que le explicaran bien qué fue lo que sucedió, la evitaron. El que era el mejor amigo de Luis viene supuestamente a hacernos un acompañamiento en el duelo, pero lo que hace es sacarnos información como familia. Después nos enteramos que lo que yo le contaba, él iba a la universidad a decírselo a otras personas”.

Aunque actualmente es abogado, Jorge Luis no puede ejercer en el proceso de su hermano, pues ya brindó un testimonio y esto lo vicia totalmente. Sin embargo, trabajó durante muchos años en la firma del doctor Jaime Lombana y uno de los casos que tenía era este: leer expedientes, buscar, hacer memoriales, todo lo que el proceso necesitara. Jorge asegura que estamos en un país en el que cada día existen más casos como el de su hermano, pero que no tienen el mismo foco de atención y es por esto que quiere continuar con ese liderazgo que Luis Andrés emprendió, afirma que es una de las cosas que se propuso, una de sus metas, darle ese aporte a la sociedad que tanto lo necesita.

La señora Oneida y don Luis Colmenares han decidido dejar la vocería de la familia en manos de Jorge Luis. Él manifiesta únicamente agradecimiento no solamente a la población colombiana sino también a los extranjeros que han enviado mensajes y se han unido a esta lucha interminable por esclarecer el crimen de Luis Andrés. Los números de Jorge son públicos y sostiene que está dispuesto a resolver cualquier inquietud sobre la serie y la realidad de los Colmenares.

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