Tuve la grata oportunidad de conocer a Oscar Eraso Toro cuando me visitó a mi apartamento para comentarme su intención de viajar a Georgia para adelantar estudios de doctorado. Todo lo tenía: la preparación académica, la beca y las ganas, pero el limitante era la falta de dinero para establecerse en los Estados Unidos; una situación recurrente no solo para muchos jóvenes colombianos, sino latinoamericanos que tienen la preparación académica, pero siempre los frena el escaso dinero para poder salir del país.
Oscar hizo su bachillerato en el Inem de Pasto (un colegio público de Colombia), donde recibió experiencias enriquecedoras para sentir mucho afecto por las ciencias y de manera especial por la química. Todo fue gracias a la exigencia y metodología de sus profesores.
Esto le permitió ingresar a la Universidad de Nariño al programa de química. A pesar de afrontar dificultades económicas, siempre encontró ventanas abiertas que le permitieron una mejor proyección.
Cuando cursaba su sexto semestre de química, se presentó a una beca de intercambio para adelantar estudios en el Brasil. Allí tuvo una experiencia enriquecedora de cinco meses dónde pudo aprender otro idioma. Se sumergió en otra cultura, además de tener el apoyo de acceder a emocionantes oportunidades académicas.
Cerca del final de su carrera universitaria, se le presentó otra emocionante oportunidad: obtuvo la beca de estancia de investigación de verano en la Universidad de Texas, en El Paso, Estados Unidos. Durante este tiempo trabajó junto al destacado profesor Luis Echegoyen en el campo de las celdas solares y producción de hidrógeno. Está experiencia -según nos narra Óscar-, fue reveladora y le permitió expandir sus conocimientos y habilidades.
El resultado de sus esfuerzos y dedicación se han visto directamente compensados en su reciente admisión al Instituto Tecnológico de Georgia, una universidad pública de las más prestigiosas de esa nación en ciencia y tecnología, con más de 16 mil estudiantes. Oscar Eraso Toro se ha mostrado muy entusiasmado con su nuevo viaje de estudios a los Estados Unidos para emprender su doctorado en ingeniería y ciencia de materiales. Está universidad situada en la ciudad de Atlanta, es reconocida por su excelencia en este campo de estudios.
Como buen nariñense se emocionó con una oportunidad tan grande como esta, por ello no dudo un solo momento en despegar para afianzar sus conocimientos y abrirse un espacio entre los grandes científicos del mundo. El único limitante fue la falta del dinero para emprender el viaje y establecerse en los Estado Unidos, un país con alto nivel de vida y elevados costos.
Necesitaba USD 2.500, que no son fáciles de conseguir; pero como Óscar es de un espíritu imparable, se puso en marcha: de alguna parte tiene que llegar el dinero. Entro en comunicación con algunos amigos que le propusieron muchas ideas, de las cuales fructificó hacer una 'Vaki' a través de una de las plataformas tecnológicas de financiamiento colectivo.
Con la ayuda de otro patuso prestigioso se logró las donaciones de personas influyentes. Este pastuso está radicado en los Estados Unidos y tiene de nombre Mario Chamorro, es un joven emprendedor y motivador a quien la Organización de las Naciones Unidas lo tituló como ‘Embajador de la Felicidad’. Chamorro tiene gran influencia en el mundo de las comunicaciones y la tecnología, con más de siete millones de estudiantes en el mundo. Mario Chamorro le hizo una donación importante y consiguió que, a través de las redes sociales, se enteraran muchos amigos suyos e hicieran donaciones.
Fue tanta la generosidad que en la plataforma se reunieron dos mil dólares. Ya faltaba una quinta parte para el viaje y la instalación de Óscar en los Estados Unidos. Cuando nos disponíamos a iniciar una nueva colecta a nivel regional (hacer una vaca entre amigos y familiares), se manifestó la solidaridad de un ‘sponsor’, además de sus tíos, primos y parientes y se llegó a la meta propuesta. Hoy Oscar Eraso Toro viaja a Estados Unidos para convertirse en un nuevo aporte para la ciencia a través de la investigación. Es talento orgullosamente formado en el Inem de Pasto.
Oscar se despidió de nosotros con unas palabras prometedoras: "El camino que tengo por delante es prometedor, y mi objetivo es aprender todo lo posible sobre ciencia y tecnología en el Instituto Tecnológico de Georgia para poder aportar significativamente a mi país y especialmente a mi departamento. Aspiro a convertirme en un profesional altamente capacitado y contribuir al desarrollo de la ciencia y la tecnología en beneficio de mi comunidad y mi nación".
Óscar Eraso Toro, lleno de juventud y vitalidad, es un ejemplo de pujanza para muchos jóvenes ávidos de oportunidades. Nunca un esfuerzo está por demás. Nariño alberga entre montes y rocas verdaderas joyas cargadas de talentos.