Diciembre se caracteriza por ser el mes más alegre del año, y el que todos esperamos ya sea para viajar o recibir la visita de familiares y amigos de infancia, con quienes compartimos en nuestra mesa una cena especial e intercambiamos regalos en la Noche Buena. Los niños son quienes esperan con mayores ansias la Navidad, porque tiene la ilusión de que Santa Claus o el niño Dios les traigan sus regalos de aguinaldo, aparte de los que sus padres, tíos y padrinos les pueden obsequiar.
Lo primero que hacemos al llegar diciembre es armar el arbolito junto con el pesebre y otros adornos navideños para darle ese toque mágico que envuelve esta hermosa época.
Pero, ¿cómo nacen la Navidad y la tradición de dar aguinaldos?
A continuación la historia:
La tradición de la Navidad y de dar aguinaldos a nuestros seres queridos, en especial a los niños, se remonta a la época en la que los reyes magos les ofrecen regalos al entonces niño Jesús en Belén de Judea en días del rey Herodes. Durante la época de los romanos, la Saturnalia se celebraba dándose regalos mutuamente. El 25 de diciembre para ellos se conmemoraba el nacimiento de Mitra, un Dios de la justicia de origen iraní.
También, el primero de enero celebraban el inicio de un año nuevo, decorando las casas con luces y dando regalos a los niños y a las personas más pobres.
El origen de la Navidad tiene relación con decisiones que tomaron altos mandos de la Iglesia católica en los siglos III y IV.
El papa Julio I en el año 350 estableció que la Navidad se celebrara en el ámbito mundial el día 25 de diciembre. Esto se declaró cuatro años después por el sumo sacerdote Liberio.
Se eligió esta fecha porque la reciente religión cristiana se imponía a los cultos paganos tradicionales de los romanos. En diciembre se celebraba por el Imperio romano el culto a Saturno, Dios de la agricultura. Las saturnales se hacían entre el 17 al 23 de diciembre, los días más cortos del año, y después, el 25 de diciembre se consideraba el nacimiento de un nuevo Sol. Entonces podemos decir que la Iglesia católica escogió el 25 de diciembre como día de la Navidad, fecha del nacimiento de Jesús, como estrategia de expandirse y celebrar sus celebraciones.
Por todo esto, no dejemos apagar la llama del verdadero significado de la Navidad: dar y compartir con nuestros familiares, y principalmente darles a aquellas personas que están marginadas en la pobreza. ¡Alegremos los corazones tristes con un regalo, una sonrisa y con un Dios te bendiga, hermano!