Colombia y cualquier país del mundo está lleno de héroes silenciosos, de esos que han transformado el mundo con sus buenas acciones; héroes que lo dan todo sin esperar nada a cambio; solo un buen gesto de su jefe o ser querido, que estimule el trabajo bien hecho.
Generalmente los héroes hacen cosas extraordinarias que se encuentran fuera de lo común; los héroes son muy sensibles al bien de los demás y lo dan todo para regalar felicidad a quien no la tiene.
Los hay de todos lados, profesionales o no; amas de casa, deportistas; héroes que arriesgan sus vidas; militares y policías en los mares, cielos, selvas y ríos de Colombia; en las estaciones de bomberos, hospitales, aulas de clase, en las iglesias, en las calles, campos y ciudades, en cualquier rincón del país siempre encontraremos héroes.
Ellos han comenzado por las cosas más simples: tender su cama, levantarse temprano, hacer aseo, ayudar en casa, querer, respetar y obedecer a sus padres, dar buen ejemplo, ser honestos consigo mismos y con el prójimo; y esas pequeñas cosas que practican a menudo las volvieron una costumbre que esculpió en su corazón cosas enormes: amar a su país, practicar el respeto, la ética, los principios y valores cristianos.
Veamos un ejemplo: recientemente un policía en Toronto Canadá recibió una llamada de un empleado de la tienda Walmart, donde un joven ladrón había sido aprehendido robando una camisa y una corbata; el agente Niran Jeyanesan, corrió al llamado, e interrogó al supuesto ladrón quien le confesó que necesitaba el vestido porque tenía que acudir a una entrevista para acceder a un trabajo.
El joven no tenía recursos y su padre se encontraba enfermo; su familia había sufrido tiempos difíciles porque el papá no tenía trabajo. Él deseaba a toda costa obtener la posición para ayudar a su familia; el agente comprobó que realmente el joven enfrentaba grandes dificultades.
El agente reaccionó de forma extraordinaria y consultó con sus superiores la decisión que había tomado.
Jeyanesan, pagó el valor de la camisa y la corbata del chico; se aseguró que asistiera a la entrevista, el joven consiguió el puesto y luego el propio agente con sus compañeros de policía ayudaron al padre del chico a conseguir un trabajo digno. El agente, entrevistado por los medios de comunicación, respondió con una gran sonrisa: ¡me siento muy feliz...!
Esta acción positiva del agente Niran Jeyanesan, da para llamarlo: héroe. Su decisión ayudó a cambiar una mala conducta, en el bien de una familia. Los héroes siempre nos alegran el corazón, porque están hechos de bondad.
En Colombia, quizás se hubiera preferido hacer justicia y que el joven hubiera sido encarcelado; pero eso es tema de análisis en otra columna.
En Colombia, quizás se hubiera preferido hacer justicia
y que el joven hubiera sido encarcelado;
Toronto police service Niran Jeyanesan El ladrón de Toronto consigue el trabajo después de que la policía le compró la camisa de la entrevista
Para ser héroe, este buen policía puso en práctica el sentido común; seguramente él comenzó haciendo lo más simple cada día; eso le dio una pequeña sensación de orgullo y lo animó a hacer una nueva tarea; y otra más y otra más, hasta llenarse de muchas tareas que alimentaron su buen corazón.
Hacer las cosas sencillas deja la sensación de que al hacerlas bien, se entrena para hacer bien hechas las cosas más grandes. Si por casualidad uno llegara a tener un mal día, al llegar a casa, con el simple hecho de tener tendida la cama, que tú tendiste, te sentirás mejor.
En cualquier lugar del mundo como sucede en Colombia, para llegar a ser un buen policía o militar, se debe pasar por las más difíciles pruebas que llevan al límite la capacidad humana. En el caso de las fuerzas especiales de la armada, los comandos deben nadar grandes distancias, sortear desafíos nocturnos en sus entrenamientos, aprender a sobrevivir en el mar durante largas noches, superar el sueño, el hambre, el frío del océano donde existen tiburones. Sin embargo, los comandos nunca pierden la calma. Ellos se hicieron expertos comenzando por las cosas más sencillas...; ¡nunca huyeron de las dificultades!
Los héroes generalmente no son los más altos y los mejores mozos; los hay diminutos, negros y mulatos; a los héroes se les mide por el tamaño de su corazón, no por el color de la piel.
Una persona puede cambiar el mundo dando esperanza a la gente, por eso comiencen el día con una tarea cumplida, respetemos a todos. La vida no es justa y nos fallará a menudo, pero si no nos rendimos y comenzamos haciendo la tarea más sencilla, como lo hizo el agente Niran Jeyanesan, entonces la siguiente generación y las generaciones siguientes, vivirán en un país mucho mejor al que hoy tenemos.
