Nos acostumbramos a verlo en Caracol desde la época en que La polémica era una trinchera en donde Oscar Rentería y Edgar Pelea se mentaban la madre. Después era la voz de la victoria, la que acompañaba al equipo de Maturana en sus gestas en el Monumental, en Wembley, en el San Siro. Decían que en la intimidad tenía el genio del coleccionista de música, del tomador de whisky que solo se emborrachaba con sus amigos y a punta de Bienvenido Granda, su bolerista favorito. No era muy dado a los fans y lo único que esperaba de ellos era que lo dejaran en paz.
Vimos cómo se transformaba en el gran periodista que no se conformó con ser la persona que más sabe de fútbol en Colombia sino que se volvió la opinión de un país desde La Luciérnaga. Un día, después de ser el dueño del rating, Caracol decidió interferir en su programa y él, sin pensarlo dos veces, se retiró.
En internet volvió a juntarse con Gustavo Álvarez Gardeazabal formando otra vez el tándem de jóvenes de 70 años más temidos por el poder. RCN, su eterno rival, decidió reclutarlo para que tuviera la responsabilidad de acortar la brecha que había entre las dos cadenas a la hora de transmitir un partido. Peláez, quien no sólo sabe de vinos y de pipas, llegó a un acuerdo con RCN que compromete a la cadena a otorgarle un plus al periodista por cada punto porcentual que rebaje de la brecha. Una vez fue cerrado el acuerdo, Peláez fue recibido con una inmensa fiesta de bienvenida en la sede de RCN Televisión.
Al principio hubo problemas. Hernán Peláez está acostumbrado a dirigir la discusión de cualquier mesa sin importar dónde esté. Ahora tiene que compartir protagonismo con Eduardo Luis Celis, tal vez el integrante del equipo de RCN en esta Copa Centenario más criticado. Le reprochan su falta de experiencia, su ramplonería, las muletillas adquiridas en la radio y, sobre todo, que no deje hablar al Doctor Peláez.
Después parece que las exigencias de Hernán Peláez fueron escuchadas y en los últimos partidos se ha visto quien lleva la batuta. Peláez, cómo el crack que es, se suelta, reparte pelota y maneja los tiempos como nadie en la historia del periodismo deportivo de éste país. Decían que no había viajado a Estados Unidos a transmitir desde allí la Copa América porque había reaparecido el cáncer. Una completa falsedad. Hernán Peláez viajará ésta semana a Francia a transmitir desde allí la Eurocopa de naciones.
Los partidos le están dando el rodaje que necesita su equipo. Ya empezó a descontarle. El viernes, durante el partido de Colombia, Peláez debutó formalmente en su nueva casa, y Caracol marcó 21,2 en nivel de audiencia frente a RCN con 5,9. A simple vista una paliza pero viendo los resultados históricos se nota un repunte que coincide con el cambio de camiseta del ‘Doctor’.
Caracol debe estar temblando: no hay cuña que más apriete que la del mismo palo y, sobre todo, si la cuña se llama Hernán Peláez Restrepo.