La película basada en la novela Tony and Susan de Austin Wrigtht, plantea una trama entorno a la vida de la exitosa galerista de arte Susan Morrow (Amy Adams) quien recibe un escrito de su ex esposo Eduard (Jake Gyllenhaal), al cual no ve hace demasiados años y quien en la página inicial del texto remitido, sorpresivamente hace una alusiva dedicatoria a su ex mujer.
El interés de Susan por el libro, enmarca el desarrollo del film en dos historias paralelas, una, la de ella, artista frustrada camuflada como galerista en un mundo élite, que empantana su vida personal de superficialidad y soledad, y por otro, la trama del escrito, enviado subliminalmente por su ex marido, una historia escabrosa y dolorosa, que cuestiona a la ávida lectora sobre su vida y particularmente sobre su antigua y corroída relación con Eduard.
Animales Nocturnos vale la pena y justifica la entrada a cine, su extraordinaria visualidad y musicalización soportada en la experiencia del director en el mundo de la moda, es majestuosa e inevitable y no por ello se limita a la imagen y estilismo
Todo el cuestionamiento inicial sobre Ford en su papel de director y no como diseñador queda acallado, la selección del reparto, que genera erróneamente poco interés, es desvirtuado con las estupendas interpretaciones de sus protagonistas Amy Adams, Jake Gyllenhaal y Michael Shannon, que son soberbias y forjan un mundo íntimo y de pensamiento de los personajes, dando contenido a la ideación de Ford.
Tom Ford emerge y se consolida como un interesante creador y director cinematográfico, luego de su celebrado film y opera prima: A Single Man (2009), la cual no pasó desapercibida ante la crítica y la cual fue magistralmente interpretada por Colin Firth y Julianne Moore. Su nueva aventura, evade su elogiado camino como figura preponderante de su marca de ropa y de su antiguo y aclamado trabajo como director de marcas emblemáticas de alta costura como Gucci e Yves Saint Lauren. Su nueva película es sin duda un hermoso animal.
@rafaugustus