En medio de las admirables construcciones coloniales de la hermosa y acogedora Villa de Santa María de Leyva, en el departamento de Boyacá, reconocida como monumento nacional, pasea su humanidad hace 25 años Nelly Otero Blum, una artista autoinstruida que tiene una relación especial con el agua (su valor en la vida de los seres humanos) y el planeta en general, por lo que anualmente convoca a el evento Homenaje Internacional al Agua.
Nacida en Popayán, ciudad de próceres, Nelly es una escultora que también atendió la convocatoria del II Festival Internacional de Arte sin Fronteras por la Paz de Colombia. Es la segunda vez que participa en el festival apoyando las acciones que desde el arte se realizan por la paz de nuestro país ya que cree que “el arte es la principal herramienta para la educación y sensibilización de niños y adultos, para estar en sintonía con la decisión de tener una patria en paz”.
Trajo en esta oportunidad un móvil que fue elaborado con desechos de una fábrica, en el que el movimiento invita a la desmovilización en todos los sentidos: armas, palabras, actitudes, tiene un punto rojo que significa el corazón y que marca la diferencia con los otros puntos del móvil. La obra se llama Movilizarte.
“Estoy trabajando con escultura de forma empírica —dice Nelly— hace unos 25 años. Trabajo la fundición a la cera perdida en bronce y mi concepto son dos piezas que conforman una sola obra y que son interactivas, se pueden cambiar, son orgánicas, y representan la dualidad”.
“Desde pequeña me ha encantado la parte artística en todas sus manifestaciones: danza, música, pintura, escultura, etcétera, pues el arte invita a pensar y sensibiliza a las personas”.
Según Nelly, “el arte sirve para educar, para concienciar ya que económicamente es una parte difícil y por eso yo me comprometo con otro tipo de actividades para mi sustento. Pero el arte como expresión debe ser la principal motivación”.
¿Qué es lo mejor de que le llamen artista?
Se siente libertad. El que le llamen a uno artista es decirle que se es libre, que tiene el don de crear para que otros disfruten de lo hecho. Figuro en unos ocho libros en los que me han publicado, donde reseñan mi trabajo. Yo ya casi no voy a galerías, prefiero los museos, me he ganado varios premios internacionales y eso ha enriquecido mi trayectoria artística.
Homenaje Internacional al agua
Debido a mi residencia en Villa de Leyva y de enterarme de la problemática del agua tuve la idea de rendirle un homenaje al agua por medio del arte y con muchos artistas. Esto se fue incrementando y ya llevamos 10 años consecutivos haciendo este homenaje que ya trasciende fronteras.
Anualmente, durante la actividad, nos tomamos el pueblo con danza, música y teatro para educar y sensibilizar por medio de las artes. El único requisito para participar es que todos los temas sean referentes al agua. Nosotros convocamos a los artistas y les ponemos el tema del agua para que desde su quehacer realicen trabajos que nos pongan a reflexionar sobre ese elemento tan maltratado actualmente. No muchos artistas trabajan esta propuesta del arte y sobre el tema específico: el agua.
¿Cuál ha sido la respuesta a esta propuesta?
Ha sido un proceso muy interesante pues no solo llegamos a los niños de la ciudad sino que también vamos a las escuelas veredales y les enseñamos el reconocimiento de su territorio y las fuentes hídricas que proveen de agua sus hogares. Con esto buscamos que tengan conciencia de lo importante del líquido y como el agua está distribuida geográficamente en sus territorios.
¿Por qué cree que algunas personas no toman conciencia sobre el valor del agua y el cuidado que se debe tener con ella?
Porque no tenemos sentido de pertenencia, porque los seres humanos nos dividimos, estamos separados de lo que es la naturaleza y nosotros. Tenemos que volver a juntarnos para volver a ser uno solo en ese aspecto, de lo contrario no lo vamos a entender, porque cuando miramos a lo lejos lo que sucede, es como si no nos pertenecieran, pero no podemos olvidar que los ríos son las venas de la naturaleza, que sin ellos no podemos vivir cuando comprendamos eso, ahí si vamos a entender su importancia.
¿Y entonces, para que se realizan todos estos esfuerzos?
Para despertarnos unos a otros, para despertar conciencia frente al tema de la naturaleza tan maltratada para que empecemos a ser respetuosos con los que aún nos queda de medio ambiente.
¿Cuáles han sido las motivaciones para trabajar con los niños?
Los niños son la inocencia y son retroalimentación pues uno aprende mucho de ellos ya que dan sin esperar nada a cambio. Son superabiertos a todo, son sensibles de manera especial, la inocencia les hace libres. Además nunca en ellos falta el asombro ante lo nuevo, porque cuando se pierde la capacidad de asombrarse estamos muertos.
¿Qué se lleva de su paso por el Festival de Arte sin fronteras y que espera dejar?
Me llevo un gran aprendizaje y la tranquilidad y la certeza de haber apoyado desde mi quehacer como artista y ser humano este tema de la paz que tanto necesitamos. Esperamos que actividades como esta, organizada por Arte sin Fronteras por la paz, sean replicadas en todo el país para seguir sensibilizando los corazones de la gente.
¿Qué es el amor para usted?
El amor lo es todo, la máxima expresión del ser humano. Pienso que si todos viviésemos en amor no habría la violencia que estamos viviendo.
¿Y la muerte que significa?
La muerte es placentera. Es un cambio, una transformación, pero uno nunca muere.
¿Cuál es su jugo preferido?
El de lulo. Recuerdo que mi padre nos hacía unos jugos deliciosos.
Una frase que sea aliciente para su compromiso cotidiano.
Trabajar desde el corazón.