Sin duda alguna, los mejores años de mi vida hasta el momento los viví en mi alma mater, la Universidad Libre seccional Pereira. Allí me gocé lo que muchos conocemos como “Semana Unilibrista” o las famosas “fiestas”, hice amigos, conocí docentes excepcionales y sin duda alguna aprendí todo lo que sé hoy y me forjé como profesional; se lo debo todo a este lugar.
En el año 2017 fui electo representante de los estudiantes ante el Consejo Directivo y siempre impuse mi visión crítica contra la administración. Esto se debió a que mi recorrido por ahí me hizo entender lo ruin y pusilánime que es el manejo que en mi opinión le dan.
A partir de allí todo cambió, mi visión de la universidad sigue incólume, pero entiendo que sus dirigentes deben ser cambiados por personas nuevas, que, entre muchas cosas, entiendan las nuevas dinámicas de la educación y que no pretendan enriqueciendo a costa de un servicio público.
Hoy hago un llamado a toda la comunidad unilibrista, tanto de egresados, como de estudiantes y docentes. Volvámonos dolientes de la universidad y recuperémosla para nosotros: para quienes la queremos volver a ver en sus años de gloria y para quienes queremos seguir teniendo una universidad para el pueblo irredento y del pueblo.
Este problema no se resuelve con pañitos de agua tibia, sino de raíz, sacando a los personajes que tanto daño nos hacen. ¡La Universidad Libre la recuperaremos para estudiantes, docentes y egresados!
Posdata. Es totalmente inconcebible que la decana de la facultad de derecho sea egresada de otra universidad, ¿acaso no tenemos los profesionales suficientemente preparados para asumir un cargo de estos?