En un país donde todos se creen comentaristas deportivos, Antonio Casale la tiene cuesta arriba. La gente cree que su trabajo es fácil, que es sólo sentarse y comentar como cualquier borracho en una tienda de barrio. Detrás lo que hay es camello. Documentarse, ver partidos, saber de historia, y tener el talento para decir el comentario en el momento preciso. La gente está ilusionada con el Everton, con James y con Mina pero, ¡mucho cuidado!, si bien la Premiere ha tenido milagros como el del Leicester en el 2016, ganarla, con una nómina tan corta como la que tiene el equipo de Ancelotti, es casi imposible.
Haciendo un llamado a la sensatez Antonio Casale habla en esta entrevista sobre la pobreza de la Liga Colombiana, la debacle de la Libertadores y la inutilidad de pagar 30 mil pesos mensuales para ver a unos equipos tan flojos como los nuestros.