Hay que dejar a un lado la narrativa del fracaso
Gilles Bertrand
La anterior es una de las frases más acertadas que he escuchado en los últimos tiempos expresada por el nuevo embajador de la Unión Europea ante el gobierno de Colombia.
Aquí no sólo enterramos a los que aún respiran, negamos todo logro positivo del que no nos gusta.
Es hora, y muy probablemente la última oportunidad, de darle a Colombia una opcion para reflexionar, construir, sembrar, educar, y lograr una transición consciente hacia un país de oportunidad y de paz, antes de caer en la situación caótica en la que nos quieren meter los extremos de la derecha y de la izquierda.
Es imperativo que todos los segmentos de la sociedad se “rasguen las vestiduras”, si es preciso, hasta lograr consensos donde prime el bien común y se alcancen compromisos y sacrificios que aseguren un futuro libre de hambre, de corrupción, de inequidad, de abuso y de la destruccion del medio ambiente.
Es preciso que empresarios e industriales que no deseen salir huyendo comprendan que no las pueden ganar todas y que si quieren proteger el patrimonio que con tanto trabajo han construido deben ofrecer opciones y mermarle a la ambición desmedida.
Es hora de conversaciones y concertaciones con TODOS los candidatos y la disposición honesta y genuina de sacar el país de la olla apestosa en que se encuentra.
Es hora de indignarnos, de no mirar para el otro lado cuando somos testigos del abuso, del engaño, del miedo generado adrede, y de salir de nuestra comodidad a votar, a elegir, a exigir y a sancionar a los apátridas.
Vamos Colombia, ¡juntos podemos hacer de nuestro país un ejemplo de nación realmente democrática!