No ha habido un gobierno nacional que haya emprendido una cacería de brujas de tales dimensiones como la que se lleva a cabo en contra del gobierno alternativo regional de Fuerza Ciudadana en el Magdalena. Antes se metían solo con Carlos Caicedo, ahora se meten hasta con su hermana.
En 2019, faltando unos meses para las elecciones regionales, detuvieron por unos meses al entonces alcalde de Santa Marta, Rafael Martínez. Su reemplazo debía salir de una terna enviada al presidente por el movimiento Fuerza Ciudadana, no obstante ser tan clara la ley frente a ese aspecto, Iván Duque nunca lo hizo; en su lugar nombró a un funcionario suyo, Andrés Rugeles, y lo sostuvo a pesar de todos sus desafueros. Fuerza Ciudadana solo regresó al poder cuando un juez revocó la medida de aseguramiento dictada en contra de Rafael Martínez.
Ya en 2020, el superintendente de Salud de Duque interviene el Hospital Departamental Julio Méndez Barreneche, una ESE que gasta 5.500 millones mensuales; el año anterior, esta misma persona intervino la ESE Alejandro Próspero Reverend, que gasta 3.300 millones mensuales y pertenece al distrito de Santa Marta, este año ya planea intervenir los hospitales municipales de Ciénaga, El Banco y Fundación (los que más dinero manejan).
Hace unos días, la superintendente de Servicios Públicos de Duque, intervino la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Santa Marta – ESSMAR E.S.P., una empresa que factura 4.500 millones de pesos mensuales y que venía siendo gerenciada por Patricia Caicedo Omar, hermana del gobernador del Magdalena.
Hace poco más de un mes, el contralor general había ordenado la “intervención funcional de la interventoría” que la ESSMAR ejercía sobre el prestador del servicio de aseo INTERASEO S.A.S. E.S.P., un hecho inusual y nunca antes visto en la historia de la entidad.
Toda esta persecución ha sido sistemática y tiene un solo objetivo, debilitar moral y políticamente al gobernador Caicedo en vísperas de elecciones, quitarle la administración de las entidades que él y su grupo deberían tener a cargo para dárselas a los miembros del partido de gobierno, mostrarlos como corruptos o ineficientes cuando la realidad demuestra que los sabotean y persiguen sin cesar.
Puede que la estrategia les funcione, o puede que el pueblo se revele...