¡Magia! Con esa palabra defino el Hay Festival Comunitario, un escenario que durante 18 años nos ha permitido soñar nuevas realidades y trabajar desde la cultura para materializarlas en equipo con las comunidades. Es que hablamos de una estrategia de inclusión que busca transformaciones sociales a través de la participación activa de niños, jóvenes y adolescentes como lectores y escritores, promoviendo el amor por el arte, la lectura y la cultura en comunidades de Cartagena y Bolívar.
Cartagena es una ciudad de contrastes. Incorporada recientemente en el listado de las 25 ciudades más hermosas del mundo, esta ciudad del caribe colombiano es anfitriona de innumerables eventos y festivales culturales, sin duda los más importantes en nuestro país. Sin embargo, hay otra Cartagena, la del Pozón, La Boquilla, Membrillal, entre otros barrios, que muchas veces tristemente no pueden beneficiarse de esta oferta cultural, pero tampoco de servicios básicos. La pobreza y la violencia empañan a diario sus sueños.
El 55% de niñas y niños presentan acceso limitado a agua potable. El 1%, lo que corresponde a 234 casos, sufren de desnutrición, problemática que aumentó un 57% en relación con 2021. Además, durante el año 2022, se reportaron al menos 506 delitos sexuales contra niños y adolescentes, cifra que aumentó un 24% con respecto al 2021. Por eso es tan valioso que el Hay Festival llegue a estas comunidades y que la niñez vecina de estas poblaciones pueda movilizarse hasta el Corralito de Piedra para escuchar a los grandes protagonistas del Hay en el emblemático Centro de Convenciones de la Heroica.
Ser parte de estos espacios llenos de alegría y esperanza, en los que la niñez puede aprender, soñar, leer, dialogar, me hace sentir orgullosa del trabajo que desde hace 60 años realiza Fundación Plan en Colombia, haciendo presencia en comunidades vulnerables para ayudar a transformar la vida de millones de niñas, niños, adolescentes. Buscamos promover los derechos de la niñez, reducir las brechas de género y aportar a la construcción de una sociedad menos violenta y más equitativa, donde las niñas pueden alzar sus voces y empoderarse, apoyando el progreso de sus comunidades.
Una vez más, los barrios de Cartagena y, en general, los municipios de Bolívar serán escenarios estimulantes para que la niñez comparta cara a cara con los protagonistas del Hay, permitiéndoles dejar volar su imaginación. Las letras, el encanto y vivencias que se comparten por estos días son experiencias inigualables que convierten este festival en la fecha más esperada y en el lugar para estar y para darle rienda suelta a la creatividad. Gracias a su apoyo hemos llegado a más de 17.000 niñas y niños del territorio dejando huella en cada persona que se imagina un mundo diferente.
Cartagena se prepara una vez más para este mágico festival y gracias al Hay, sus patrocinadores y Fundación Plan también las comunidades más alejadas del centro histórico aguardan expectantes el inicio de este especial momento. Creo fielmente que a través de la cultura, la literatura, la música y el arte podemos transformar la vida de niñas y niños. Por lo anterior, los invito a que vengan al Hay, lo apoyen y lo valoren, pues es el maravilloso evento que permite la realización del Hay Festival Comunitario.