Hay dos acuerdos nacionales: el de Petro y el de la ciudadanía ¿Por cuál se van a ir políticos y cacaos?
Opinión

Hay dos acuerdos nacionales: el de Petro y el de la ciudadanía ¿Por cuál se van a ir políticos y cacaos?

¿Quién lo creyera? Ante la pérdida rotunda de respaldo ciudadano Petro busca sostenerse en el Juicio Político con el respaldo de cacaos y políticos tradicionales

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enero 14, 2024
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Por más de que Gustavo Petro siga inventándose fotos con grandes empresarios y por más que los políticos sigan jugando al autismo y la mermelada en el Congreso de la República, ni los unos ni los otros podrán seguir ignorando el repudio ciudadano que crece, día a día, en el alma de nuestra nación. Al final, será la realidad la que se imponga, por encima de los discursos, las fotos palaciegas y los intentos de todo tipo de jugadas políticas.

Para nadie ha pasado inadvertido el alarde súbito, de un momento a otro, que le entró a Gustavo Petro por aparecer como el “nuevo mejor amigo” de los llamados “cacaos”. Ahora los invita a Cartagena a que se tomen fotos y hablen de esta vida y la otra. Ahora los invita al Palacio de Nariño a que se tomen fotos mientras funge de amigable componedor de negocios y de notario espiritual de reconciliaciones empresariales.

—¿Quién lo creyera?

Como si los colombianos fuéramos bobos y no nos diéramos cuenta de que en esas reuniones vuelve y desempolva su falsa homilía de un acuerdo nacional. Del mismo acuerdo nacional que siempre saca a relucir cuando sabe que está débil o cuando sabe que no tiene los votos en el Congreso, cuando ve que se descuelga en las encuestas o cuando le fracasan sus tales convocatorias a la revuelta callejera.

Esta vez, la del súbito afán que le dio por aparecer como el “nuevo mejor amigo” de los cacaos, la causa de su debilidad es evidente: él sabe, más que nadie, que la bola de nieve de los procesos penales que lo envuelven a él y a su círculo familiar y político es imparable, y que esa realidad lo ha puesto en una crisis presidencial que tendrá que definirse en muy pocos meses.

El Juicio Político se impuso. Lo impuso la ciudadanía, lo impusieron los “fuera Petro” de los estadios, lo impusieron los resultados electorales del 29 de octubre, lo impusieron las marchas de las ciudades, los impusieron los columnistas y los periodistas que han contribuido a que el país reflexione sobre las barbaridades que está cometiendo el gobierno.

Por fin, contra viento y marea, la Comisión de Acusaciones tuvo que abrir, en diciembre, la investigación formal por los delitos cometidos en la campaña electoral. De la misma manera que el Consejo Nacional Electoral tuvo que acelerar las pruebas sobre el sinnúmero de hechos irregulares que cometieron en la financiación de la campaña.

Cuando afirmo que el Juicio Político se impuso, lo afirmo porque, una vez la Comisión de Acusaciones tuvo que abrir la investigación contra Gustavo Petro, así haya sido en el carácter de investigación previa, la decisión ya quedó en manos de la plenaria de la Cámara de Representantes. Lo que quiere decir que cualquier decisión ya salió de las manos de los 18 miembros de la Comisión de Acusaciones y tendrá que ser discutida por los 172 representantes a la Cámara. Lo que ya constituye, técnica y políticamente, la apertura del Juicio Político.

—¿Qué dice la Ley?

Código de Procedimiento Penal, Ley 600 de 2000, Juicios especiales ante el Congreso, Actuación ante la Cámara de Representantes, ART. 424.- Investigación previa. Si surgiere alguna duda sobre la procedencia de la apertura de la investigación, se ordenará abrir diligencias previas por el término máximo de seis (6) meses, con el objeto de establecer si hay lugar o no al ejercicio de la acción penal. PARÁGRAFO.- Una vez vencido el término anterior el representante investigador, dictará auto inhibitorio o de apertura de investigación. El auto inhibitorio será discutido y aprobado por la Cámara de Representantes en pleno.

En esto consistió la gran victoria ciudadana de 2023: en que la Comisión de Acusaciones hubiera tenido que abrir, formalmente, la investigación. En que la investigación tenga que llegar, en un término máximo de seis meses, al debate público de la plenaria de la Cámara de Representantes, en directo, de cara al país, por televisión. Allí no podrán seguir escondiéndose tras los escritorios sórdidos de la Comisión de Acusaciones. Esto, ya es un primer gran paso. Esto, ya es la apertura del Juicio Político.


Cuando el debate llegue a la plenaria de la Cámara, a más tardar el 12 de junio próximo, los políticos y los cacaos tendrán que decidirse, ahí sí, de qué lado van a ponerse


Cuando el debate llegue a la plenaria de la Cámara, a más tardar el 12 de junio próximo, los políticos y los cacaos tendrán que decidirse, ahí sí, de qué lado van a ponerse: si del lado del acuerdo que les propone Gustavo Petro o del lado del acuerdo que les propone la ciudadanía.

Tendrán que escoger entre el verdadero acuerdo que les propone Petro, que consiste en que los delitos de la campaña electoral y los de la milicianización y los de la corrupción de su gobierno, queden en la impunidad a cambio de lo que él tenga que entregarles, y el acuerdo que exige la ciudadanía que parte de que se cumpla lo que dice la Constitución y se haga justicia.

No se necesitan muchos dedos de frente para entender en qué consiste, verdaderamente, el súbito afán del acuerdo que Gustavo Petro les propone a los partidos y a los cacaos: en que le respalden la impunidad sobre todo el daño que ha hecho y sigue haciendo, a cambio de mermelada y promesas de beneficios fiscales, mientras avanzan contra el país el desbordamiento de la inseguridad, el crecimiento del control territorial de la milicianización, el colapso económico, la corrupción y la debacle de la política internacional. Esa es la verdad verdadera de su intención, por más que intente pintarle pajaritos de paz al tal acuerdo.

O por el contrario los políticos y los cacaos podrán optar por el acuerdo que irá surgiendo de la presión ciudadana y que tendrá que partir de la base de que se cumpla la Constitución y Gustavo Petro sea retirado de la Presidencia de la República para abrirle camino a un gobierno de transición de dos años que rescate la seguridad de las ciudades y de los territorios milicianizados, reactive la economía y garantice unas elecciones democráticas el 2026.

- Un paréntesis necesario: no se preocupen, la vicepresidenta Francia Márquez no podrá suceder a Gustavo Petro. Presidente y vicepresidenta están igualmente contaminados en una misma elección.

La vida da muchas vueltas y nunca deja de sorprendernos.

—¿Quién lo creyera?

Ante la pérdida tan rotunda de cualquier respaldo ciudadano, ahora Gustavo Petro busca afanosamente sostenerse en el Juicio Político con el respaldo de los cacaos y de los políticos tradicionales. Ahora su tal acuerdo no es en las calles, como lo decía antes, sino en las reuniones palaciegas con los cacaos, en las negociaciones burocráticas con los partidos y en las reuniones secretas con las organizaciones criminales.

-¿Será que cree que puede superar el Juicio Político con un pie sostenido por los cacaos y con el otro sostenido por las milicias de las Farc y las Primeras Líneas?

La Historia nos da múltiples muestras de que la realidad siempre termina imponiéndose y lo real es que las barbaridades de este gobierno lo hacen cada vez más insostenible, más insoportable.

Amanecerá y veremos.

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