Fueron dos los hombres que estuvieron detrás de la idea de darle vida a un negocio tan único en aquel entonces. Hoy en día hace parte del portafolio de Postobón, aunque la reconocida marca Hatsu, surgió de la nada. Bien dice el dicho "Dios lo crea y ellos se juntan" y así fue el caso de estos dos paisas que tuvieron una visión única. Era el año 2009 y Julián Oquendo decidió explotar su lado emprendedor. Seguramente no imaginó en aquel entonces que lograría crear, junto a Alejandro Pardo, uno de los negocios de té más famosos del país. Desde que arrancaron en el 2010, no han parado de crecer.
Aunque en un principio arrancaron pidiendo ayuda a conocidos para salir adelante, hoy ya se encuentran en 9 países. El haberse integrado con Postobón, llevó a la marca a otro nivel. Seguramente seguirá expandiendo y ampliando su catálogo de productos. Sin embargo, detrás de este gran éxito, hay una historia única. Así fue como arrancó Hatsu y como llegaron a ser la marca que son hoy en día.
Los inicios de Hatsu, la popular marca de Té nacida en Medellín
Antes de tocar el tema del inicio de la marca, es necesario hablar sobre la vida de Julian Oquendo. Este paisa, es uno de los hombres detrás de la creación de Té Hatsu. Para este hombre, hubo dos sucesos que marcaron su vida y que lo llevaron a ir más allá. El primero de ellos, fue la muerte de su padre; poco tiempo después, su familia vivió un duro momento, económicamente hablando. Tanto él como sus hermanos, debían rebuscarse para el día a día. Si bien su mamá les proveía alimento y educación, el resto dependía de ellos. Julian no se quedó varado, él encontró la manera de vender naranjas en el carro de su mamá.
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Oquendo tenía algo especial, algo que lo hacía bueno para los negocios y tiempo después lo aprovecharía. Además de su fortuna con los negocios, el paisa era bueno como deportista, destacando como jugador de fútbol. Si la vida lo hubiese querido en ese mundo, seguramente hubiese brillado en el país. Pero una lesión lo alejó de las canchas y sin saberlo, lo acercaría a la oportunidad de su vida. En esta parte de la historia entra Alejandro Pardo, amigo suyo y con quién más tarde, fundó Hatsu. Alejandro le habló de la marca Arizona, dedicada la venta de Té en Estados Unidos. Entonces pensaron en cómo traerlo al país.
Ambos recibieron ayuda de otras personas para poder establecer un plan de negocios y presentarlo a la empresa. Viajaron hasta Estados Unidos y se reunieron con el dueño y vicepresidente comercial de la marca. Recibieron un sí, pero para poder hacer realidad este sueño, debían hacer una gran inversión. Esto dejaría a cualquiera pensando, a menos de que tenga un gran flujo de dinero. Sin embargo, todo esto, los terminó llevando a sacar su vena de emprendedores. Por qué no crear su propia marca de Té en vez de traer una del extranjero. Todo ocurrió en el año 2009, donde pensaron en darle vida a Hatsu.
Los primeros años de la marca paisa, un éxito total
Tras concretar su idea, los paisas dan el blanco, entrando a un mercado que no tenía mucha competencia. Eran escasos los sabores que existían en aquel entonces y la marca llegó para diversificar y sacar provecho a esto. Su diseño se convirtió en otro plus de la marca, por el cual ganaron mayor reconocimiento. La marca arrancó con un presupuesto de 600 millones de pesos. Claro que esto lo consiguieron con ayuda de personas cercanas y amigos. A ellos les vendieron un porcentaje de Hatsu, que posteriormente recuperaron. Pero fue de esta manera que salieron adelante.
Durante varios años, la marca logró un mejor posicionamiento y una gran acogida entre el público colombiano. Poco a poco fueron sembrando en la gente el mensaje que tenía su producto. Si bien ofrecían un producto único, querían también reflejar un estilo de vida único. En un inicio, para la marca era vital esa perfecta sincronía entre el cuerpo y el alma. Era tan vital que, incluso buscaban que sus empleados siguieran ese credo. Sobre el año 2011, la marca decide ir más allá y amplía el portafolio de productos que ofrece. Entonces, llegan al mercado nuevos sabores que le dan mayor fuerza.
Entonces, el sonado éxito de Té Hatsu llegó a ser conocido por otras grandes empresas. En este caso, fue por Postobón, que hace parte de la Organización Ardila Lulle. En un inicio se realiza un preacuerdo en el que se realiza la venta del 65% de las acciones de Té Hatsu. Algo que ayudó a potenciar el producto, que además le daría la oportunidad de ampliar su distribución. Finalmente, la compañía es adquirida completamente por Postobón.
Tras la compra de Postobón, su gran expansión
Tras unirse a esta gran empresa, el emprendimiento que ya demostraba su potencial, siguió creciendo. Hoy en día, el catálogo ofrecido por Hatsu no solo se limita a los té. Hoy tienen desde soda, café, agua y una gran variedad de productos que mantienen su identidad. Además de esto, tuvieron una gran crecimiento al punto de expandirse a otros países. Hoy en día están presentes en 9 partes de Latinoamérica. Seguramente llegarán a otros lugares del mundo y la marca seguirá obteniendo un mayor reconocimiento.
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