Casanare ha llamado la atención de medios de comunicación internacionales como la BBC y la revista científica On Line Plos One, que publicaron un trabajo de investigación sobre la “Densidad de Jaguares en Ecosistema Transformado de Colombia, la Contribución de Áreas no Protegidas a la Conservación a Largo Plazo”.
Jenny Paola Gallo Santos, investigadora de la Fundación Panthera Colombia, confirmó que dicha publicación compila la investigación más grande que se haya realizado en el país y en la que se ha trabajado desde el 2014, cuando llegaron al Hato la Aurora, ubicado en el municipio de Hato Corozal, al norte del departamento.
La divulgación enfatiza en la línea de una de las investigadoras, científica de la universidad de Cambridge, quien realizó una comparación entre la densidad del Jaguar en el Magdalena Medio y Casanare, sumado al aporte de los otros autores (George Schaller, Esteban Payán, presidente de la Fundación, Jorge Armando Barragán Plata y Jenny Paola Gallo) quienes alimentaron las bases de datos y análisis de la información.
Gallo Santos, aduce que el felino más grande de América ha existido desde siempre en Casanare, en el Hato La Aurora, en Hato Corozal, en la parte de la Cuenca de los ríos Ariporo y Orinoco, en virtud a que son los últimos reductos de bosques conservados que cuentan con grandes reservorios de agua y en contraprestación el mamífero actúa como bioindicador de la existencia de aguas y bosques puros, puesto que sin ellos no podría sobrevivir, manifestando un claro equilibrio y clave de conservación del ecosistema.
Las Amenazas
El felino, sin embargo, se enfrenta a varios factores de amenaza, entre otros el crecimiento de la frontera agrícola que acaba con su hábitat natural. Las estadísticas comprueban que solo existe un 45 por ciento del hábitat natural del mamífero de tal forma que las poblaciones han disminuido drásticamente.
Y es importante enfatizar, según la Fundación Panthera, que más que del mamífero, se trata de preservar un corredor vegetal y de agua que es por donde transita el Jaguar y requiere de su conservación.
“El Jaguar es la excusa para que se conserven grandes bosques como existen en el hato La Aurora, siendo un gran depredador necesita para su alimento presas naturales como armadillos, venados y otros que no se encuentran en cualquier hábitat, es decir que donde está el Jaguar, actúa como protector de estas especies y las que no se ven como insectos, invertebrados y plantas que están dentro de un ecosistema que ayuda a proteger” enfatizó Jenny Paola.
Científicamente se ha comprobado que donde existen grandes depredadores y carnívoros, regulan las poblaciones de los herbívoros, de no existir, éstos últimos se comerían los pastos y plántulas, despoblando las sabanas de sus pastos naturales e impidiendo la regeneración de bosques.
El Corredor Jaguar
El gran proyecto de Panthera Colombia, es el Corredor Jaguar que busca unir genéticamente las poblaciones de jaguares que se encuentran en el grupo de países desde el Sur de Estados Unidos, pasando por Argentina y donde Colombia es la bisagra principal para conectar, áreas privadas o públicas protegidas, como parques nacionales naturales o como reservas de la sociedad civil, como es el caso de la Aurora, (segunda reserva del país) para que exista un ordenamiento territorial
El Gobierno
En el 2010 Fundación Panthera, logró un acuerdo de entendimiento con el Ministerio del Medio ambiente, que se renovó en febrero de 2015, existiendo la intención de cooperar en la conservación de este corredor natural, pero a nivel regional falta dar importantes pasos en ese sentido especialmente por la falta de continuidad en los gobiernos y de esta forma poder comprometer a través de la concientización y la importancia de la conservación de esta especie felina.
La Comunidad
La tarea de concientización es un proceso mucho más complicado con los vecinos del Hato la Aurora, ganaderos, campesinos y comunidad en general debido a que al escasear la comida los jaguares atacan los terneros y esto es un grave problema para el ganadero, pero la Fundación avanza en la implementación y capacitación de nuevas formas de minimizar la depredación, para garantizar la convivencia de los lugareños con el mamífero.
“Es importante que se reconozca que el Jaguar es tan llanero como cualquier llanero, siempre ha hecho parte de la vida, las historias y cuentos de Casanare” concluyó la investigadora.
Los llaneros de Hato La Aurora
Jorge Barragán Plata, uno de los propietarios del Hato La Aurora, quien se ha sumado al estudio e investigación del Jaguar expresó que para su familia y él, es muy grata la presencia del Jaguar en el lugar, desde la época de sus abuelos se ha convivido con el felino, siendo parte de la historia y del paisaje de la sabana, y ahora más que nunca reconocen el beneficio de esta especie para conservar la conservación del ecosistema.
Agregó Barragán Plata, que a la reserva natural La Aurora se le suma ahora el deseo de los turistas de poder observar el felino, que ha roto los mitos que lo señalan como una amenaza, cuando por el contrario el Jaguar es huidizo, solitario, que se ve acompañado de la hembra cuando está en gestación y protegiendo sus crías.
Adujo el investigador, que a partir del 2009 se instalaron cámaras trampa por cuanto se ha visualizado con mayor detalle el mamífero y ha sido una maravillosa experiencia conocer sus huellas, realizar censos e incluso asignarles nombre a cada ejemplar, que a través de la variedad de sus manchas, formas y colores, posee características propias e individuales que los distingue entre sí, enriqueciendo el estudio desde el 2014 con el apoyo de la Fundación Panthera que enseñó nuevas técnicas, y amplio el censo no solo de la población del Jaguar sino de otras especies mamíferas que habitan el Hato, que actualmente es ejemplo de conservación de la fauna y de los recursos hídricos.
Las nuevas técnicas
El ganadero argumentó que para mitigar la depredación se debe hacer a través del cruce de ganado Cebú con San Martinero, puesto que esta última raza, se defiende del felino, especialmente los toros a la crías, sin embargo se debe aceptar un mínimo de pérdida.
De otra parte se ha apostado a aplicar la experiencia de hatos ganaderos de Brasil para preservar las zonas y los corredores del Jaguar donde existe ganadería semi extensiva. Los vacunos viven en sabana abierta, con zonas de ganado y otras de conservación.
Agregó el propietario que esto ha planteado un verdadero cambio en la administración del negocio del ganado en el Hato La Aurora, procurando la protección de la fauna y especies de la región.
“El propósito primordial es involucrar y sensibilizar los vecinos de La Aurora y demás ganaderos, que lo integren a un objetivo regional donde el gobierno departamental y municipal lo apliquen como política pública, ambiental y económica que contribuya al desarrollo y la preservación de los recursos naturales de Casanare”, enfatizó Barragán Plata.