Poco antes de gestarse las elecciones de congreso del 2014, o sea en campaña, conocimos, a través de la Fundación Ébano de Colombia (FUNECO), la aspiración de María del Socorro Bustamante, Moisés Orozco y Álvaro Gustavo Rosado, por las curules Afro. Estas personas presumieron ser líderes afrodescendientes a través de una falsa certificación que emitió FUNECO y se inscribieron a dichas candidaturas. Ante su evidente falsedad, las inscripciones fueron denunciadas jurídicamente por el ciudadano Saúl Villar Jiménez el 30 de enero de 2014, con el propósito de evitar el daño irreparable que hoy se ha cometido con nuestro pueblo negro, sumándole la denuncia pública de distintas organizaciones sociales para que no se cometiera este robo monumental.
A pesar de estas denuncias, el Consejo Nacional Electoral, sin molestia alguna, le permitió a la difunta María del Socorro Bustamante y al vivo --o más bien vividor-- Moisés Orozco, continuar en la contienda política. Los candidatos argumentaron que la inscripción se dio por una organización legítima que se encuentra registrada ante el Ministerio del Interior. Pero oh, sorpresa: es aquí donde se da inicio a la novela de las curules Afro, o mejor dicho, por las curules de los afros.
El 9 de marzo de 2014, María del Socorro y Moisés se quedaron con nuestras curules, a pesar de no pertenecer a nuestro proceso y una avalancha de criticas contra el Gobierno Nacional por parte de las comunidades, sociedad civil y diferentes organizaciones sociales nacionales e internacionales, en rechazo a esta elección que desprotegió y arrebató a todos los negros el derecho de estar representados en esta instancia por los verdaderos líderes que se guerrearon este espacio durante largos años de lucha.
El fallecimiento de Socorro no le permitió posesionarse, pero sí le permitió a Gustavo Rosado aludir jurídicamente que se le violaba el derecho al trabajo, teniendo en cuenta que era él quien seguía en esta lista inválida de FUNECO. Tremendo este señor negro, pelear por el puesto de la difunta Socorro y no haberlo hecho en defensa de las curules de los negros. Es decir, si la señora no se muere, entonces para él era legítima su elección. Pero lo que más me sorprende es que el negro Gustavo ya conocía la suspensión de las curules hasta nueva orden, y aún así le solicitó al presidente de la Cámara, Fabián Amín, que le diera su curul soportado en un copy-paste de un fallo del Conjuez Diego León Villamarín Idrobo del 15 de diciembre de 2014. Se olvida que este fallo nunca tuvo vida jurídica como lo certificó la doctora Yira Olarte Ávila, secretaria judicial del Consejo Superior de la Judicatura.
Por su lado, el vivo de Moisés logró su posesión de manera loca, a pesar de una orden constitucional emitida por la Sala Jurisdiccional Disciplinaria del C.S.J. donde queda sin validez las credenciales emitidas por el Consejo Nacional Electoral. Pero el más loco de esta cuestión resultó ser el entonces presidente de la Cámara de Representantes, quien a pesar de conocer la decisión del Consejo Superior de la Judicatura, le da posesión a Moisés Orozco, a través del impulso de trámite de la magistrada Susana Buitrago, auto que ya había sido nulitado, y con todo y esto, el señor Moisés continua posesionado usurpando las curules de los Afro.
La Fiscalía decidió trabajar y demandó las curules Afro e imputó los delitos de falsedad ideológica en documento público a la exdirectora de comunidades negras del Ministerio de Interior, Liliana Mera Abadía, quien presuntamente falsificó las actas que avalaron como miembros de FUNECO a María del Socorro, Moisés y Gustavo, cargos que también se le imputaron a Érika Marina Hurtado, representante legal de la Fundación Ébano de Colombia. Aunque estas se declararan inocentes.
Entonces, si desde la Fiscalía se argumenta que FUNECO indujo a error a la justicia y si se asegura que esta fundación hizo fraude por lo que la lista queda inhabilitada por tal hecho, me pregunto ¿Cómo es que esta misma justica no ha sido capaz de determinar en menos tiempo un veredicto, a favor del pueblo negro, cuando el panorama está despejado? ¿Cómo el Presidente Santos, con el proceso de Paz, no ha cuestionado el hecho de que el derecho legítimo de los negros esté sin representación? ¿Cómo el presidente Santos en medio de este proceso no cayó en cuenta que allá en La Habana debieron estar los líderes negros elegidos por circunscripción especial? ¿O será que hay muchas manos sucias -esta vez no con ese mal calificativo “manos oscuras”- que les interesa que este daño irreparable quede así, hasta las próximas elecciones? Pues de ser así, anuncio una denuncia penal contra el Gobierno Santos desde las esferas internacionales por haber permitido un daño irreparable en la historia del pueblo negro en su mandato, en pleno siglo XXI. Unas curules vacías a pesar de estar el legítimo derecho por una justica que retrasa los procesos a su conveniencia.
Recordemos que estas curules que hoy siguen sin nuestra representación, están en lucha por diferentes organizaciones sociales nacionales e internacionales como la Corte Interamericana de Derechos Humanos, el Congresista Demócrata Hank Johnson de USA, entre otros.
Yo no voté por ninguno de los dos representantes que a hoy deberían estar en frente de nuestra representación, pero eso no quiere decir que debo ser indiferente ante monumental atrocidad. Además reconozco e identifico que esta pelea debe ir más allá de nuestras diferencias, pues se trata de una pugna por el poder, poder visible, poder político y poder de fuerzas. Y tener el poder es que nuestras curules estén representadas así no hayamos votado por nuestros líderes: el cantante Junior Jein y Heriberto Arrechea Banguera, que son quienes siguen en la lista uno. El primero por la Organización Poder Ciudadano y el otro por Movimiento de Inclusión y Oportunidades MIO. Es increíble que en pleno siglo XXI llevemos dos años de un flagelo parecido al de hace 400 años atrás y con el permiso de la justicia de Colombia.
El Consejo de Estado pasará de una novela a una película de terror, donde los protagonistas serán los de la Sección Quinta con su magistrado ponente ósea “director y productor” Carlos Alberto Moreno Rubio, si se sigue permitiendo este daño irreversible, dejando de un lado la sentencia T-161 emitida por el magistrado Mauricio González Cuervo.
A mi juicio -aunque no se mayor cosa del derecho- considero que el magistrado ponente Carlos Moreno Rubio y sus acompañantes de sala Lucy Jeannette Bermúdez Bermúdez, Alberto Yepes Barreiro y Rocío Araújo Oñate, no tienen de otra sino entregarle al pueblo lo que le pertenece, sin cuento de alargar más este proceso en especial por estos argumentos.
- El daño irreparable que se le hace a nuestra comunidad terminará en demandas multimillonarias, que pagaré junto con mis compatriotas. Daño que lleva dos años y que se puede frenar.
- El rumbo del país respecto a la paz se está trazando sin la representación legítima de nuestras dos representaciones.
- La sentencia T161 de la Corte Constitucional ordena claramente el procedimiento que el Consejo de Estado debe seguir.
- El fallo del 26 de 2014 de la tutela, que deja sin efecto las credenciales de Moisés Orozco y Gustavo Rosado, “hasta que la Jurisdicción de lo Contencioso Administrativa (sic) decida de fondo los medios de control allí interpuestos sobre el mismo tema-, las siguientes Resoluciones…”
- La Sala Contenciosa Administrativa - Sección Quinta – Magistrado ponente Alberto Yepes Barreiro con fecha 5 de marzo de 2015 nulita la posesión de Moisés Orozco. Exp Nro. 110010328000201400097-00.
- El Auto de la Sala Contenciosa Administrativa -Sección Quinta Magistrada ponente María Claudia Rojas Lasso-, que nulita la posesión de Álvaro Gustavo Rosado, donde se revoca la tutela de primera instancia.
- Sin entender a cabalidad cómo funcionan lo de los votos y sin querer buscar de un experto para que me de claridad, solo puedo decir que si María del Socorro no se posesionó, sus votos no pueden ser sumados a la lista de FUNECO, por tanto se debe proceder a buscar otra lista que en segunda votación es para Poder Ciudadano.