Cuando en Colombia se habla de modernizar nuestras red nacional de carreteras, y fortalecer nuestras estructuras de comunicación o cualquier plan que involucre grandes inversiones: el "pepe grillo" de la maldad y la corrupción, casi mística y religiosa, de nuestros dirigentes: se despierta altivo y autoritario, para hacerle perder los estribos a nuestros padres de la patria, ojo, no los que creemos, solo los pocos que se han adueñado de Colombia, para ordenarles: iniciar una frenética campaña de influencias para que esos futuros proyectos, sin vergüenza alguna, les proporcione grandes beneficios,.y por ende más riqueza. Esa es la razón por la cual somos un país tan desigual.
Los funcionarios que al momento de descubrirse los grandes negociados ponen el pecho son los que van a la picota pública, tal es el caso de Jorge NOGUERA COTES (das), Andrés Felipe ARIAS (aig), Sabas PRETEL (yidispol), por citar solo tres ejemplos, sin olvidar los "benditos carruseles", cuyos chivos expiatorios, por culpa de las mismas influencias de nuestros verdaderos "padres de la patria", quienes abstentan el verdadero poder superior, reciben remedos de penas y sanciones pecuniarias.Y esas prácticas, deben ser, muy tenidas en cuenta por las partes que intervienen en la proyección, financiación, en fin, en el desarrollo de los proyectos, sin olvidar, los complejos obstáculos legales, antes de desarrollar, y evaluar,sea cual sea el proyecto.Y eso se hace evidente en la forma de licitar, de adjudicar, de intervenir, supervisas y auditar:para que nadie, de los que intervienen, salga lesionado de -el partido-.
Basta asistir a los foros que previamente, con la participación de expertos y gurues, y dirigentes gremiales, para que alguien con tres, o dos, dedos de frente, se percate de eso.