No es casualidad que una de las palabras más sonadas del 2020 haya sido ‘Megxit’. El término en cuestión hace referencia al distanciamiento de los Duques de Sussex de la familia real británica al tiempo que juega con el nombre de Meghan Markle –quien habría motivado a Harry- y el ‘Brexit’. Es tal la popularidad de la palabra que hasta fue incluida por el prestigioso diccionario Collins en su más reciente edición. El año que finaliza, marcado por la pandemia del Coronavirus, fue bastante agitado para la pareja que, junto a su pequeño hijo Archie, dio un paso al lado de la monarquía británica y se fue a Norteamérica en busca de su nueva vida.
Todo empezó el 8 de enero. Ese día se publicó un comunicado en la página oficial de los Duques de Sussex. Allí se expresaba su voluntad de distanciarse de la familia real y labrarse una vida aparte. La decisión despertó una tormenta mediática no solo en el Reino Unido sino en el mundo entero. El malestar de la Reina Isabel, el Príncipe Harry y el Príncipe Guillermo fue evidente.
El 13 de enero, pocos días después, la familia real se reunió en pleno para discutir los términos del acuerdo bajo el cual Harry y Meghan saldrían. Se buscó que fuera una transición ‘suave’. De esta manera se fueron retirando sus compromisos con la corona poco a poco hasta finales de marzo, cuando tuvieron su último evento en representación de la reina. De ahí en adelante, cuando la pandemia ya empezaba a azotar al Reino Unido y la Reina Isabel se aisló en el Castillo de Windsor, la pareja viajó a Canadá donde inicialmente pensaba radicarse. Al poco tiempo hubo un cambio de planes y se instalaron en California, estado natal de Meghan.
El momento más duro que afrontó la joven pareja fue la pérdida de su segundo hijo. La noticia fue revelada por la misma Meghan, quien escribió una conmovedora columna en el periódico The New York Times. En el texto la duquesa de Sussex relató cómo cayó de bruces al piso tras sentir un intenso dolor en su vientre que causaría el aborto. Según dijo se atrevió a contar lo sucedido porque el aborto sigue siendo un tema tabú. No obstante, la ex actriz dijo que la experiencia es un “dolor insoportable”. La situación golpeó a la pareja en su intimidad el pasado mes de julio y solamente se dio a conocer tres meses después.
Después de la salida de la familia real británica Harry y Meghan han sido bastante cuidadosos con su privacidad. No es casualidad que la Duquesa de Sussex haya demandado a los diarios Splash News, por tomarle unas fotos caminando junto a su hijo en Beverly Hills, y al The Mail on Sunday por publicar una carta privada que le había enviado a su padre. En la nueva vida que la pareja emprendió este año las apariciones públicas no han sido muy comunes. Sin embargo, cada una ha sido cuidada y debidamente calculada. Así lo han hecho en charlas y llamadas digitales para eventos de organizaciones sociales que apoyan. La pareja también posó para la revista Times. Esa sesión fotográfica fue la primera que tienen para un medio después del Megxit.
La situación financiera también cambió. Luego de haber abandonado a la familia real Harry y Meghan no podrán seguir recibiendo fondos del estado de ese país. No obstante, Harry recibió $40 millones de dólares por cuenta de la herencia de su fallecida madre, la Princesa Diana, quien en su testamento dejó estipulado que su fortuna sería repartida entre sus dos hijos en partes iguales. Otro impulso importante fue un cheque por $150 millones de dólares que ambos recibieron por cuenta de un acuerdo con Netflix para producir contenidos exclusivos junto a la popular plataforma.
Por lo pronto la pareja se encuentra radicada junto a su hijo, el pequeño Archie, en California, donde viven en una lujosa mansión avaluada en $14 millones de dólares en el exclusivo sector de Montecito, a una hora de Los Ángeles. Trascendió a medios que Harry y Meghan posiblemente viajarán al Reino Unido para reencontrarse con la familia real británica. Sin embargo, aún no hay nada confirmado. En todo caso el 2020 será un año que los Duques de Sussex nunca olvidarán.