La imagen del niño de trece años caminando tras el féretro de su madre sin derramar una lágrima aún permanece en la memoria de los millones de televidentes que la vieron en directo. Su protagonista, el príncipe Harry, de Inglaterra hoy es un hombre de 32 años que finalmente habló sobre el daño que le hizo perder a su madre a tan corta edad y la manera en que la familia real manejó la situación. Le obligaron a reprimir su dolor y según cuenta, el resultado fue la tormentosa seguidilla de escándalos que protagonizó durante los años de su juventud.
Su mayor escándalo fue en Las Vegas. Ahí, el hijo de la Princesa Diana estaba pasando vacaciones con unos amigos. Tras tomarse unos tragos en el bar del hotel donde estaban alojados, conocieron a unas mujeres. El príncipe las invitó a subir a su suite y en la habitación comenzaron a jugar billar strip, un juego en el que los perdedores van quitándose prendas hasta quedar desnudos. El príncipe perdió y tuvo la mala suerte de ser fotografiado cumpliendo la penitencia. Las fotos, que fueron difundidas por el portal TMZ, le dieron la vuelta al mundo. Fue la propia casa real británica quien confirmó que efectivamente era Harry el que sale desnudo junto a una mujer.
Por si fuera poco, en esa ciudad contrató los servicios de Carrie Reicher, una dominatrix que cobra entre 3.000 y 5.000 dólares por hora. Básicamente se trata de una prostituta que hace sadomasoquismo con sus clientes. Con el príncipe tuvo sexo por veinte minutos mientras lo azotaba con un látigo. Aunque la casa real negó la versión de la mujer, lo cierto es que esta se llevó de recuerdo unos calzoncillos del príncipe que regaló al museo erótico de Las Vegas. La stripper da las mejores referencias sobre el desempeño sexual del príncipe.
Cuando tenía veinte años su elección de disfraz para una fiesta de Halloween estuvo a punto de desatar una crisis diplomática, poniendo en peligro las relaciones del Reino Unido con países como Israel, Austria y Polonia. El joven se vistió de Nazi y la imagen fue publicada por el diario The Sun, con el titular “Harry, el nazi”. Aunque pidió disculpas por medio de un comunicado, hasta a Tony Blair, entonces primer ministro, le tocó salir a dar la cara.
Sus amoríos también lo han vuelto noticia. En esta ocasión su relación con la actriz estadounidense Meghan Markle lo tienen en el ojo de los tabloides. Ella es una mujer tres años mayor que él, norteamericana, hija de madre negra y divorciada, muy lejos del perfil de niña de la aristocracia británica que usualmente acompañaría a un príncipe. El noviazgo es noticia porque él estaría pensando en llevarla al altar. A la pareja se le puede ver los fines de semana en Londres, a donde ella estaría pensando en mudarse para formalizar la relación. El pasado mes de noviembre el príncipe usó la cuenta de twitter oficial de la casa real para pedir respeto a la prensa por el acoso que estaba sufriendo su novia.
La última polémica que protagonizó fue una entrevista en donde dijo que nadie quiere ser rey. Dijo que sus palabras habían sido descontextualizadas y que lo que trató de decir fue que el trabajo que representa ser miembro de la familia real no se escoge. En todo caso, parece que a los 32 años por fin está ajuiciándose. Los años de la loca juventud son cosa del pasado. Ahora se le puede ver haciendo obras benéficas en países como Malawi o Nepal. Después de todo, lleva la misma sangre de su madre en las venas.
Ahora, su matrimonio con la plebella Mghan Markle ha causado estupor en toda Inglaterra.