Hambre más, hambre menos, pero hambre

Hambre más, hambre menos, pero hambre

Conclusión: mucha vergüenza debería darle al Gobierno y al presidente Duque por andar pidiendo rectificaciones a la FAO cuando lo evidente es que hay hambre

Por: Oscar E Gutiérrez Reyes
febrero 08, 2022
Este es un espacio de expresión libre e independiente que refleja exclusivamente los puntos de vista de los autores y no compromete el pensamiento ni la opinión de Las2orillas.
Hambre más, hambre menos, pero hambre
Foto: Pexels

A raíz del informe presentado por la FAO, “Puntos críticos de hambruna, alertas tempranas sobre inseguridad alimentaria”, se presentó un reclamo del Gobierno nacional, señalando que se estaba incluyendo a Colombia, “como el único país de Suramérica, con riesgo alimentario para 2022”, afirmación contenida en el informe y que lleno de indignación a la vicepresidencia de la República y al mismo presidente Duque.

A raíz del informe, el gobierno Duque exigió la solicitud de revisar la inclusión de Colombia, los parámetros que permitieron la misma, a más de pedir que se revisarán políticas oficiales aplicadas que admitían concluir que el país no tiene riesgo de caer en inseguridad alimentaria.

Ante las exigencias, la FAO dio las explicaciones necesarias, corrigió lo escrito y señaló que de lo que se trataba era de hacer caer en cuenta que, en determinadas regiones y poblaciones de la geografía nacional y entre los migrantes venezolanos, se presentan situaciones que pueden, eventualmente, llevar a inseguridad alimentaria.

Lo que quería hacer la FAO era un SOS sobre una realidad que campea en extensas zonas tanto urbanas como rurales de Colombia.

Independiente de las consideraciones del gobierno nacional y de sus reclamos y de las respuestas llenas de diplomacia de la FAO, lo que debe indagarse y aclararse es si la realidad de la situación alimentaria nacional define que, evidentemente, son amplísimas las capas de la población que están en inseguridad alimentaria, en subalimentación diaria y en profundas deficiencias alimentarias.

Es decir, definir si estas poblaciones están en graves dificultades para alcanzar una dieta básica que les permita gozar de una alimentación suficiente, segura y nutritiva que cumpla parámetros mínimos de seguridad alimentaria y nutricional.

Veamos las cifras del DANE y algunos conceptos sobre seguridad y soberanía alimentaria y nutricional que nos permitan saber sí, más allá de la alharaca oficial, lo que tenemos, realmente, es un país mal alimentado, con elevados déficits de nutrientes, calorías y con una población mal nutrida.

Según el Instituto de Nutrición para Centroamérica y Panamá (INCAP), la Seguridad Alimentaria Nutricional “es un estado en el cual todas las personas gozan, en forma oportuna y permanente, de acceso físico, económico y social a los alimentos que necesitan, en cantidad y calidad, para su adecuado consumo y utilización biológica, garantizándoles un estado de bienestar general que coadyuve al logro de su desarrollo”

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), desde la Cumbre Mundial de la Alimentación (CMA) de 1996, la Seguridad Alimentaria “a nivel de individuo, hogar, nación y global, se consigue cuando todas las personas, en todo momento, tienen acceso físico y económico a suficiente alimento, seguro y nutritivo, para satisfacer sus necesidades alimenticias y sus preferencias, con el objeto de llevar una vida activa y sana”.   

En esa misma Cumbre, dirigentes de 185 países y de la Comunidad Europea reafirmaron, "el derecho de toda persona a tener acceso a alimentos sanos y nutritivos, en consonancia con el derecho a una alimentación apropiada y con el derecho fundamental de toda persona a no padecer hambre." Declaración de Roma sobre la Seguridad Alimentaria Mundial. 1996.

Estos tres párrafos permiten, con toda claridad, darle marco conceptual a la esencia de la discusión que sobre la seguridad alimentaria y nutricional se da, a lo largo y ancho del mundo y que tiene en los reclamos del gobierno Duque su sustento nacional.

Es claro que Colombia está lejos, muy lejos, de alcanzar, en la realidad de los alimentos que consume su población, la meta propuesta, por más de 185 naciones del mundo, sobre seguridad alimentaria y nutricional.

Pero si estos conceptos no son suficientes para ilustrar la realidad que vive nuestra población, apoyémonos en las cifras más recientes del DANE sobre lo analizado en este artículo.

El 25 de enero de 2022, el DANE publicó la Encuesta Mensual de Pulso Social, que ha buscado “tomarle el pulso” a la sociedad colombiana desde el inicio de la emergencia generada por el COVID-19**

De acuerdo con lo expresado en el artículo citado, estos fueron los principales hallazgos sobre seguridad alimentaria para el período de diciembre de 2021:

  1. El 69,1% de los hogares consumió tres comidas diarias. Esto quiere decir que, con relación a 2020, menos colombianos se comieron tres comidas diarias. El porcentaje anterior fue de 70,6% es decir 1.5% más.
  1. Aumentó el porcentaje de hogares que consumió una o dos comidas diarias.

Esto quiere decir que aumentaron los hogares que consumieron una o dos comidas diarias. ¿Cuánto fue el aumento? Según el DANE fue de un punto porcentual, pasó de 1.8% de los hogares colombianos en 2020 a 2.8% en 2021. Y en cuanto al consumo de dos comidas diarias paso del 27,4% en 2020 al 27,9% en 2021. Creció en un 0,6% porcentual.

  1. Se mantuvo la cifra de hogares que manifestaron consumir menos de una comida al día. No requiere demasiada explicación. Según el DANE, el 0,3 % de los hogares colombianos no consume una comida al día, así fue en 2020 y se repitió en 2021.
  1. En Cartagena y Barranquilla 2 de cada 3 hogares no consumen las tres comidas diarias. Tampoco requiere demasiada explicación. Según el DANE entre octubre y diciembre de 2021, solo el 31 % de los hogares de Cartagena reportó haber comido tres o más comidas diarias. Eso quiere decir que el 69 % de los hogares solo se comió dos comidas al día. En Barranquilla el 33,9 % de los hogares consumieron tres o más comidas diarias entre octubre y diciembre de 2021. En el mismo periodo de 2019, el 76.7 % de los hogares barranquilleros manifestó consumir tres o más comidas diarias. ***

Conclusión. Vergüenza, mucha vergüenza, debería darle al Gobierno Nacional y al presidente Duque por andar pidiendo rectificaciones a la FAO cuando lo evidente es que hay hambre, mucha hambre en los hogares de millones de colombianos.

*Oscar Gutiérrez Reyes
Director Ejecutivo Nacional
Dignidad Agropecuaria Colombiana

*FAO, Gobierno y DANE: quién dice qué sobre seguridad alimentaria. https://mascolombia.com/
** Ídem

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