Es interesante ver las diferentes opiniones que surgieron alrededor de la celebración del Halloween. Yo como cristiano, obviamente, no me disfracé, lo que fue motivo para algunos de levantar críticas y ofensas en contra de nuestras creencias y observaciones. Sin embargo, déjenme decirles que no estoy de acuerdo con ninguna, enfatizo, ninguna forma de opresión o autoritarismo. En ese sentido, también quiero aclarar que me opongo tajantemente a la crítica destructiva y mal intencionada, he estado en contra de ella cuando es en contra, pero también cuando proviene de los cristianos. Creo firmemente que se debe dejar a las personas tomar sus propias decisiones y elegir lo que consideran es mejor para ellos.
No obstante, con respecto a lo anterior, tengo que hacer una salvedad, mejor dicho, una aclaración. Como padres de familia debemos velar por el correcto desarrollo de nuestros hijos y porque ellos tengan la mejor educación y ejemplo posible. Considero que esto es igual para cristianos y no cristianos, en términos generales al menos. En ese orden de ideas, cada persona, desde su perspectiva particular y su experiencia de vida, le dará ese ejemplo y esa educación en los términos que reflexione más correctos.
Por mi parte tengo razones de ideología para no permitir a mis hijos participar del Halloween y eso no quiere decir que yo quiera arruinarles la infancia y mucho menos la vida. Así mismo respeto a quienes deciden permitirlo sean o no cristianos. De hecho, incentivo de diferentes maneras la creatividad y la imaginación de los niños, no tengo nada en contra de disfrazarse, es más les permitiré, cuando tengan edad, hacerlo de lo que a ellos mejor les parezca los otros 364 días del año que no sean 31 de octubre; es más si quieren ir al colegio o bañarse con el traje de Ironman, por mi parte no habrá pero alguno, pero es mi deber como su papá, educarlo en los valores que en consecuencia yo creo, ya que se me exigirán cuentas por ello, no solo Dios sino la sociedad.
Así pues, considero innecesarias y por demás intolerantes las declaraciones emitidas por el suscrito del artículo publicado que, con todo respeto de sus opiniones particulares, dio muestras gigantes de esa violencia interna que debemos abandonar definitivamente. Me uno fraternalmente a las observaciones del articulo producido por Guille García y no solo por el hecho de no participar en dicha celebración, sino por el tono respetuoso y de abierta opinión de sus declaraciones.