Un 14 de abril del 2017, tras sufrir un fatídico accidente automovilístico en las carreteras sucreñas, luego de haber realizado el que fuera su concierto de despedida en las playas de Coveñas, se apagó el soplo de vida que habitaba en Martín Elías Díaz.
Al momento de su muerte, el hijo del Cacique de la Junta y Patricia Acosta se encontraba en la cúspide de su carrera musical y había regalado al "martinismo", como se le conoce al grupo de sus seguidores, éxitos como El terremoto, Ábrete, cancelada de mi vida y demás canciones que hoy aún retumban en cada parranda que se gesta en el valle.
A pesar del actuar del cronos, la música de Martín Elías sigue vigente y para estas fechas toma aún más fuerza. Se podría decir que el heredero de Diomedes Diaz se convirtió en una leyenda musical, muy a pesar de su corta vida musical, pues el intérprete del terremoto partió con tan solo 26 años.
Hoy su agrupación está en manos de su hermano Elder Dayan, quien ha sido el encargado de llevar las banderas de ese legado musical que dejó su hermano.
Lo cierto es que el vallenato no es el mismo sin Martín Elías y un concierto sin él carece de gracia... buenas puestas en escena y humildad eran aspectos notorios cuando Tin hacía sus presentaciones. Él era un artista como pocos, sin escándalos y sin excesos. La única adicción fue el excesivo amor hacia su público y el sentimiento con el que cantaba.
Hace 4 años partió de entre nosotros un gran artista, pero a la vez nació una leyenda, que de seguro perdurará a pesar de los devenires del tiempo.