La tensión política y social se respiraba en el ambiente, Jorge Eliécer Gaitán seguía dando sus discursos a pesar de tener al presidente de entonces como un enemigo político. No era la primera vez que Gaitán era candidato presidencial, ya lo había intentado en 1946, quedando en un discreto tercer lugar, pero esta vez las cosas eran diferentes.
Con miras a las próximas elecciones que serían a finales de 1949, Gaitán tomó un impulso inusitado en la opinión pública por cuenta de la violencia sin control bajo la mirada estática del gobierno y por la corrupción de las instituciones, fue entonces cuando los sectores conservadores más radicales (lo que es hoy la extrema derecha) vieron en Gaitán una seria amenaza contra su statu quo y su stablishment.
Independientemente de las teorías conspirativas que rodean el magnicidio de Gaitán, lo cierto es que fue asesinado.
En una entrevista a Petro sobre el riesgo que corre su vida, dijo con cierta preocupación que confiaba en su esquema de seguridad y dio a entender que todo estaba bajo control teniendo en cuenta las debidas precauciones.
Recuerdo cuando coincidí en la entrada de un foro en el que Petro estaba rodeado de escoltas hasta el punto que me fue difícil mirarlo bien y saludarlo, tuve temor siquiera de decirle algo por la reacción que pudieran tener, esa es la seguridad que necesita, pensé.
Pero esta vez las cosas son diferentes. Aunque Petro ya se ha presentado en otras ocasiones a la presidencia, últimamente ha tenido un impulso en la opinión pública por cuenta de la violencia sin control bajo la incompetencia del gobierno Duque y por la abierta corrupción de la institucionalidad, además de otros factores como el aumento de la desigualdad social.
Actualmente la tensión política y social se respira en el ambiente, Petro sigue dando sus discursos a pesar de tener a Duque como su enemigo político declarado, para la extrema derecha Petro constituye una seria amenaza a su statu quo y su stablishment, la pregunta angustiante es, ¿habrá otro 9 de abril?