Sahagún, municipio de Córdoba, ciudad cultural, como es llamada, un lugar al que muchos llaman el mejor vividero, pero, ¿cuántos sahagúnenses se fueron a vivir a otro lugar porque Sahagún no les ofrecía los recursos para poder desempeñarse?
Cada 4 años hay una esperanza muy mínima, de que con el nuevo alcalde se abrirán oportunidades, pero todo queda allí, en la esperanza. La política de Sahagún no crea desarrollo en la parte laboral, al contrario, jamás vemos vacantes en Sahagún, fuera de la informalidad.
Ya los puestos están ocupados por favores políticos, por amistad, por familia, y al resto de los sahagúnenses nos toca empacar maletas e irnos.
No hay apoyo para el deporte, la cultura, el arte, si alguien toca las puertas para pedir ayuda para un proyecto, la alcaldía cierra sus puertas diciendo que no hay presupuesto, pero vemos a los hijos de los políticos paseando por el mundo, haciéndose cirugías y ocupando cargos públicos.
Si se realizan obras en Sahagún, ya el personal para trabajar está escogido, no sabemos cómo los escogen y el porque siempre la mayoría son de afuera y no de Sahagún.
Los mismo políticos involucrados en escándalos, por robos, fraude, borracheras poniendo el mal ejemplo, pero todo sigue normal, porque no sé si a los sahagúnenses nos ha faltado valentia para expresarnos o somos silenciados por hacerlo.
Esta nota no es más que un grito desesperado de un Sahagúnense más sin ganas de abandonar su tierra, pero con necesidad de hacerlo.