Hemos vivido jornadas de movilizaciones en la que los ciudadanos ven afectados sus ingresos, su movilidad, sus estudios y, en general, la productividad del país. Persistimos en encontrar soluciones de fondo a los temas sociales que preocupan a los colombianos. Con el liderazgo del Presidente Duque, mantenemos abiertos los canales de comunicación y adelantamos la Conversación Nacional, un ejercicio de participación amplio y democrático que genera consensos.
En 39 sesiones se han definido retos y propuestas en crecimiento económico, educación, transparencia, ambiente, paz con legalidad y juventud. Igualmente, hemos escuchado propuestas en 7 regiones, y nuestra meta a 15 de marzo llegar a 14.
Desde noviembre la Conversación Nacional avanza y tiene resultados. Infortunadamente un escenario de conversación no: la mesa con el Comité Nacional de Movilizaciones. Después de tres aplazamientos, el pasado 13 de febrero nos reunimos nuevamente. Como el nombre del espacio había sido –y sigue siendo– lo que mantiene en el congelador las discusiones, presentamos tres propuestas, entre esas la de “mesa de acuerdos sociales”, pero ninguna fue acogida.
Explicamos que llamar negociación a ese escenario iría en detrimento de 17 espacios existentes. Por ejemplo, que abordar solo con ellos la reforma pensional implicaría desconocer que ese tema tiene por ley un lugar de discusión: la mesa de concertación laboral creada por la Constitución del 91, donde participan gremios, sindicatos y Gobierno. No podemos quedarnos debatiendo el nombre de una mesa, debemos abordar los asuntos de fondo que inquietan a los colombianos.
El tema del nombre no es un capricho del Gobierno. Sin embargo, desconocer los mecanismos de participación consagrados en la Constitución sí parece ser la intención de este movimiento.
Insistimos en abordar en 9 mesas los 104 puntos, empezando por un tema que nos duele a todos, y que es, según el Comité, el motivo central de las movilizaciones: la seguridad de líderes sociales. Tampoco aceptaron.
La invitación es a que hablemos claro: ¿el Comité quiere soluciones o solo cumplir el cronograma de movilizaciones?; y si el propósito es avanzar, ¿por qué no se aprovecha este espacio y disposición? O, ¿lo que quieren es crear una megamesa para discutir todas las políticas sociales de Colombia?
Mientras responden a estas preguntas, la voluntad del Presidente Iván Duque es seguir produciendo resultados con la Conversación, como el plan de alivios del Icetex para más de 120 mil estudiantes, impulso a la generación de 60 mil empleos para jóvenes sin exigencia de experiencia. Destinamos un billón de pesos anual para vías terciarias que impactará positivamente la comercialización de los productos campesinos, tendremos 180 millones de arboles nuevos y presentaremos el proyecto de ley para ratificar el Acuerdo de Escazú que protege el medio ambiente y a los líderes ambientales. Combatiremos la corrupción con medidas aprobadas recientemente como la prohibición de casa por cárcel para corruptos y la creación del bloque de búsqueda contra la corrupción.
Partamos de la realidad: hay una mayoría que no marcha y que también debe ser escuchada. Si la decisión es seguir en movilizaciones las autoridades deben actuar para que no se afecte a quienes quieren estudiar, trabajar y regresar sin contratiempos a casa.
Desde el Gobierno hacemos un llamado a rechazar el vandalismo y las amenazas de los terroristas que quieren intimidar a la sociedad. Las acciones deben ser implacables y judicializar a quienes destruyan nuestras ciudades. Somos más los que queremos oportunidades, somos el Gobierno que escucha y actúa.
Hablemos claro: lo que necesita el país son soluciones.
Diego Molano Aponte
Director Presidencia de la República
