Francia delira. Las referencias de Mbappé con Pelé no se han hecho esperar. Es apenas natural que semejante perspectiva aliente la esperanza que este mundial nos deje un nuevo perfil del jugador de fútbol propio de nuestra era. Sin embargo, para que eso ocurra debería diferenciarse de otras luminarias.
Tenemos que admitir que Mbappé tuvo un telón de fondo envidiable para rutilar: nada menos que la flagrante eliminación de Argentina con Messi a bordo. Pero, vayamos más despacio.
La constante referencia a Messi y a Ronaldo bien pareciera haber estado cansando tanto la retina como el oído del mundo. Hubiera podido ser aburridor que estos confirmaran una calidad que nadie ha osado negarles ganando el mundial. Pudieron haberlo merecido. Sin embargo, lo sucedido responde a algo que quizás permanecía recóndito. Quizás nos negábamos a tener que decir, bueno y entonces ¿a estos nadie les ganará jamás?
Bueno, ya se fueron. Y, claro, surge intempestiva la pregunta no sin antes restregarnos los ojos por si estuviéramos dormidos. ¿Quién los desbancó? ¿Quién se atrevió? ¿Cómo lo hizo? ¿Quién fraguó la hazaña? Es allí cuando la retina se detiene en dos o tres zancadas de Mbappé justo cuando solo habían transcurrido diez minutos del juego de Francia, su selección, contra Argentina.
He buscado afanosamente y encontrado algún cálculo de su velocidad y aunque creo que esté por debajo de Usain Bolt ansío que, al menos en uno de sus trancos, lo supere. ¡Y no exagero!
Ahora bien, es necesario establecer una diferencia a favor de Mbappé, el fútbol es más una carrera de obstáculos que de cien metros planos donde cabe la velocidad pura. Si pese a ello Mbappé supera a Bolt, no estaremos ante un simple fenómeno. ¡Este chico es una exhalación!
Bolt gusta de llamarse el rayo, cómo deseara llamarse Mbappé. Bueno, por ahora es solo un tal Kylian. ¿Kill I am?
Es necesario parafrasear zanco por zanco:
Mbappé toma cercanía con el balón un tris atrás de la media cancha argentina un paso detrás de Banega y ya al tomar contacto lo deja atrás. Según un video francés arranca a 37 Kms / hora. Lo que lo impulsa más allá de toda intuición es que Argentina ha quedado mal parada. Adelante y en diagonal embala Mascherano, quizás tranquilo pues adelante está Rojo.
Es al segundo tranco cuando sin balón deja a Mascherano y un tantito después antes de alcanzar nuevamente el balón, casi al pasar la media cancha ya ha bajado a 33 Kms / hora. Con tan solo veinte años Mbappé hace la diferencia. Se nota el gesto enérgico en dos o tres zancadas sucesivas. Exactamente en dos zancadas Mbappé alcanza y supera la línea de Mascherano. El ojo acucioso del mundo repetirá una y otra vez ver lo que está pasando. Ni siquiera hay tiempo para pensar si logrará llegar antes que Rojo que es un bastión. ¡Es una locura!
Durante unos metros antes de encarar a Rojo, Mbappé se cose el balón al guayo en rápidos toques de control. Las próximas dos zancadas de Mbappé con un nuevo pique de balón están dirigidas a igualar y pasar a Marcos Rojo, marca 34 Kms / hora. En igualdad de condiciones durante este tramo Mbappé podría estar yendo a la velocidad de Bolt quizás temiendo el encuentro con Rojo, inevitable. El balón está adelante y pasa a Rojo, Mbappé está intentando una diagonal corta, antes que Rojo se percate. Mpappé repite la dosis y en dos trancos deja atrás a Rojo. ¡Está escapado! Al pisar el área grande Mbappé está delante de Rojo. Cuando Marcos advierte que Mbappé está posicionado y ha dado el zanco definitivo, acude al penalti. ¡Bolt descansa! Imposible que tras tan agónica corrida sea capaz de disparar el penalti.
Yo he visto estos saltos antes de gacelas, cuasi agónicas, huyendo de guepardos en África. Es posible que los genes de vidas anteriores de Mbappé estén ligadas a esa especie, vaya a saberse, por genómica. ¿Exageramos? Sin duda, pero no debe olvidarse que las gacelas son mamíferas y los mamíferos no devinimos en especie si no una sola vez. Algún tronco en común ha de haber.
Hemos visto estas zancadas en mundiales de atletismo. Mirado una y otra vez las zancadas de Bolt de mayor estatura (1,95 mts) que Mbappé (1,79 mts). La velocidad promedio de Bolt en su record de Berlín fue de 37, 8 Kms / hora, luego Mbappé en algún tramo pudo ser superior a Bolt.
Veamos: una calculadora de zancadas en línea nos dice que para una altura de 1, 95 mts., la zancada es de 2,6325; y para 1,79 mts., la zancada es de 2,415. Con una simple regla de tres inversa se encuentra que Mbappé debe ir a 41,2 Kms / hora para igualar la zancada de Bolt en el mismo tiempo, superando casi en un 10% a Usain Bolt cuando logra su record.
En video se observa que Kylian no está dando la misma zancada siempre. Ofrece unas de acomodo, más cortas, preciso en el momento en que pasa a sus opositores. Al pasarlos acelera y así sucesivamente. El asunto mítico es que sincroniza su velocidad con las distancias al balón. Es obvio que esto no podría hacerlo Bolt, algo va de jugar fútbol y ser atleta.
Mbappé usaría su pierna derecha para saltar, y con la izquierda pareciera direccionar o precisar su contacto con el balón. En el pique con el que deja atrás a Rojo el toque es más fuerte que cuando supera a Mascherano. Debe acompañarlo una intención mental súper rápida: contra Mascherano si le da muy fuerte se la entrega fácil a Rojo, y cuando enfrenta a Rojo busca suscitarle pánico. Acierta en ambas.
En un estudio sobre Usain Bolt de la Universidad Metodista del Sur se concluye que: “su pierna derecha parece tener un 13% más de fuerza máxima al tocar la pista que su izquierda. Además con cada zancada su izquierda permanece sobre el piso un 14% más de tiempo que la derecha”. En esos tiempo diferenciales, ¿está mediando la que se ha dicho existe entre los hemisferios derecho e izquierdo es decir, argüimos, cuando la zancada derecha no está pensando y cuando da la izquierda y se demora más, lo hace? En el caso de Mbappé parece que hubiera pensado en todo instante.
La diferencia que hemos obtenido a favor de Mbappé es que Bolt no está sometido a manejar precauciones pues sus contendores jamás invadirán su carril. Mbappé además de estar obligado a ello corre en acolchada pista de grama con mayor fricción superficial. La inteligencia del salto de Mbappé estaría por encima del ofrecido por Bolt, debido a que encara una mayor complejidad, si suponemos idéntica funcionalidad muscular.
Es Johan Huizinga quien refiere el carácter agonal del deporte en cualquier nivel como expresión del homo ludens. Huizinga descarta que el juego sea simple lúdica. “Incluso en una sociedad retrotraída casi al salvajismo por el abandono de todas las relaciones y las normativas jurídicas; la pasión agonal de ninguna manera será abolida u olvidada, pues es inherente a la naturaleza humana”. En los deportes de alta competencia es poco menos que demencial. Amén que, como hemos demostrado en otra parte, las sumas de dinero involucradas llevan el asunto al paroxismo masivo. El jugador de la modernidad debe traer este ADN o incorporarlo en su chip más temprano que tarde, sin que jamás sea fácil.
Que en plena época de globalización Europa cuente con un jugador que emule a Pelé puede indicar que una nueva fase de colonización futbolística empieza. Así de ese tamaño es el asunto.
Nota: los datos sobre zancada son obtenidos de la página web Alto Rendimiento.