En el año 2015 me encontraba terminando mis estudios de bachillerato en un colegio franciscano a las afueras de Cali y como ejercicio final de una asignatura, me pusieron a hacer una investigación basada en los relatos de mi abuelo quien tuvo la oportunidad de prestar servicio en las F.F.M.M. a mediados del siglo pasado respecto a su relación y percepción de Gustavo Rojas Pinilla que justo después de su muerte, mi tío en una charla de domingo me contó las anécdotas de su papá y que registré en este ensayo.
Incluso el título va ligado con el punto de vista de mi abuelo y aún me cuesta trabajo recordar qué calificación obtuve, porque si mal no recuerdo, creo que ese periodo de castellano lo perdí como en 2,9 gracias a que este trabajo lo saqué muy alto pero no me alcanzó para pasar la materia. Sin más que añadir, aquí va:
La poderosa mano de hierro Tunjana. (Héroe de la patria). Escrito en 2015.
Para entender la presencia del General Gustavo Rojas Pinilla en la historia de Colombia, resulta interesante entender y mirar su trayectoria como militar puesto que su padre fue combatiente en la última guerra que desangró el país: La guerra de los mil días. El ambiente de Tunja, su ciudad natal, en la cual transcurrió su infancia correspondió al de toda ciudad latinoamericana de corte conventual, esto es injerencia del clero en la sociedad civil y una afinidad del entonces partido conservador encargado de preservar tradiciones, en alianza con la institución ya mencionada, la iglesia. Curiosamente, en ese ambiente característico del altiplano cundiboyacense , en especial en Tunja y Bogotá, el entonces periodista liberal y hermano del presidente Eduardo, Enrique Santos Montejo (abuelo del actual presidente Juan Manuel ) ya libraba batallas periodísticas contra algunos frailes ( Dominicos, Jesuitas y Franciscanos) defensores del conservatismo en la zona andina del país. Retomando a Rojas Pinilla, se puede entender cómo la afiliación política de su padre le permitió el ingreso al ejército de esa época, el cual restringía el ingreso de liberales durante el periodo de hegemonía “goda” que perduró por mas de tres décadas hasta el ascenso al poder al también paisano de Gustavo Rojas Pinilla, el boyacense, Enrique Olaya Herrera el 7 de agosto 1932.
Cabe notar su preparación fuera del país, realizada en los Estados Unidos de América en el estado de Indiana, dentro de su formación poco común para la época, hecho que le permitiría conocer un horizonte diferente de una nación campesina y de poco desarrollo industrial y tecnológica frente al resto del mundo para incrementar sus conocimientos como ingeniero civil (para muestra de esto, el aeropuerto de San Andrés quien lleva su nombre , y el terminal aéreo mas importante del país, el aeropuerto internacional de El Dorado de Bogotá, quien durante su dictadura, fue el pionero para su construcción).
Su entrada al mundo político fue durante el “Ospinismo” al ser designado como comandante de la primera brigada de Tunja (1946) , y coincidencialmente en enero de 1948 , asignado comandante del batallón Pichincha ( III brigada) en la ciudad de Cali.
Tres meses después, comenzaría su rol en etapa denominada como “La Violencia”. El 9 de abril de 1948 en Santa Fe de Bogotá, es asesinado el caudillo liberal Jorge Eliecer Gaitán por presuntos extremistas conservadores quienes le asignaron (hipotéticamente) al joven bogotano, Juan Roa Sierra, de perpetrar este magnicidio nacional que, según diversas fuentes como Eltiempo.com: “Se llegaron a contabilizar 250.000 muertes y aproximadamente, otras 50.000 más que aún no se sabe sobre su paradero”.
Para que incursionemos más en relatos de personas, tenemos el testimonio del Mayor (r) del ejército Gustavo Camargo Eslava (Q.E.P.D), un soldado oriundo de Paipa, Boyacá, a tan solo 40 minutos de Tunja y que a través de sus experiencias compartidas con el 'generalísimo'; ha relatado por medio de su hijo Luis Enrique Camargo en el mes de enero de 2015, la experiencia del día de los hechos cuando se desempeñaba como el Alférez Mayor a cargo del Cuartel General de Popayán, Cauca describiendo a Gustavo Rojas Pinilla, el 9 de abril de 1948, los liberales y su poderío de esta manera:
“El único medio de comunicación que teníamos, era la Radio Nacional, durante el mediodía se transmitieron las noticias común y corriente, de un momento a otro, se informó sobre el atentado hacia el candidato liberal (Partido del que yo era fiel seguidor desde niño por mi padre), Jorge Eliécer Gaitán, por un momento pensé que era una falsa alarma, pero una hora después, se confirmó la noticia de que Colombia había entrado en “Estado de Sitio”. Los gobernantes automáticamente perdieron todas sus facultades por decreto constitucional y además de eso, el comandante de cada brigada, quedaba con todos los poderes jurídico-administrativos. La “ciudad blanca” estuvo rebosada por cientos de “Cachiporros” que se centraron en la plaza Caldas, yo prácticamente estaba al mando de la ciudad pero, todavía no estaba autorizado por el comandante Rojas Pinilla, debido a que al parecer, delincuentes habían interferido la señal telefónica del cuartel por lo cual, seguía en desacato y adicionalmente, incomunicado. Dos horas después, unos estudiantes universitarios en la ciudad de Bogotá, habían ingresado a la sede de la Radio Nacional y anunciaron: “Alférez Mayor Camargo, el comandante Rojas le da la patria potestad jurídico-militar sobre Popayán, salve la patria”; fue en eso cuando yo entré en una confusión ideológica, era fiel seguidor del liberalismo y ahora, tenía que desalojar a los “míos” de la plaza Caldas y realizar toques de queda de una forma poco ortodoxa. Esa fue la única forma en la que el Cauca se salvó de una masacre de ideas y de sangre, todo gracias al esmero del general Rojas de haberme contactado a tiempo. Rojas Pinilla para mí, es un héroe de la patria”.
Ocho años después de esa experiencia, el Mayor Camargo (r), fue testigo clave en la Tragedia del 7 de agosto de 1956 bajo el gobierno del General Rojas en Cali ya que en un inicio, los camiones que ingresaron en un primer lugar e iban a explotar en la guarnición del ejército nacional ubicada en el Paseo Bolívar, actual CAM, y por mera intuición del ya Capitán Camargo y al mando de la base, dio la orden inmediata de alejar del perímetro urbano todo ese arsenal volátil casi que sin intuirlo porque un par de horas después y a las afueras de la ciudad, los ocho vehículos cargados con 64 toneladas de dinamita explotarían llevándose consigo la vida de casi 500o personas. La orden de Camargo evitó que la Tragedia se hubiera perpetrado en el centro de Cali y así casi que se hubiera quintuplicando el número de víctimas y de pérdidas materiales para la capital del departamento.
Retomando la temática principal, como esta historia, cientos de estas también existieron durante “La Violencia”; motivo por el cual, sirvió de base para Gustavo Rojas Pinilla y el Ospinismo, para dar un golpe de estado caracterizado por ser el único a nivel latinoamericano en el cual, no se derramó ni una sola gota de sangre, por lo cual cientos de periodistas a nivel mundial, lo consideraron como un “golpe de opinión” debido a que el ideal del General siempre tuvo como primordial, la pacificación del país, y que sería sarcástico que este hiciese lo contrario para gobernar la nación.
Durante su dictadura, que comenzó el año 1953, con altas expectativas de pacificación y resolución del conflicto, llegó a revolucionar e innovar el país con la llegada de la televisión en 1954 y aún mucho mas importante, el voto de la mujer en las elecciones generales y que, actualmente se sigue aplicando . GRP se encontraba en los más alto que se podía ubicar en este país, gobernaba todo a su gusto, llegando a tal punto donde “ el poder se le subió a la cabeza” y, toda su reputación como ingeniero, militar, padre , tío e hijo , se había ido al desagüe debido a su opresión y censura a la prensa, caso de esto podemos apreciar la desaparición de los periódicos “El Tiempo” y “El Espectador” , las cientos de desapariciones forzosas a los extremistas conservadores ( Políticos relevados de sus cargos durante la dictadura) y , los extremistas liberales ( líderes intelectuales quienes serían los pioneros de los grupos guerrilleros 10 años después) y para adicionar, el rechazo de la intervención de su única hija (madre de los "queridos y admirados" hermanos Moreno Rojas) María Eugenia Rojas de Moreno, en la plaza de toros de Santamaría.
Todo esto concluyó en el llamado a los presidentes de ambos partidos para que terminaran con esta guerra “de ideas” que había llegado a tan altas consecuencias como lo era la dictadura que él estaba ejerciendo. Debido a la presión gubernamental, Laureano Gómez aceptó formar un pacto de paz que lucharía con acabar esa guerra injusta con Alberto Lleras Camargo en la ciudad Valenciana de Benidorm en 1957 que denominarían el “Frente Nacional”.
Luego de ese bajón anímico, Rojas intentaría llegar al poder y tras varios intentos fallidos en 1962 y 1966, finalmente en 1970 con la formación de la Alianza Nacional Popular, ANAPO, se presentó como tercer candidato presidencial en las elecciones de de ese año, pero misteriosamente para el día de la contienda en horas de la noche, hubo un corte de luz generalizado que el propio presidente Carlos Lleras, anunció por la radio nacional. Lo curioso de ese suceso no fue el siniestro en sí, sino que justo antes de que pasara, Rojas iba ganando en el conteo de los escrutinios y justo después de que volvió el servicio eléctrico, el ganador ya era Misael Pastrana quien ocuparía por cuatro años la Casa de Nariño.
Después de ese fraude electoral, el ya General (r) no volvió a participar en política y haría su último intento en vida por llegar a la presidencia pero esta vez por medio de su hija Maria Eugenia, "La Capitana", en 1974 en una contienda entre "El Pollo" López y Álvaro Gómez donde ganaría el de las filas liberales hasta el año de 1978. El 'generalísimo' no pudo terminar de ver la gestión de López Michelsen porque en 1975 y a orillas del río Sumapaz en su finca en Melgar, sufriría un infarto agudo del miocardio que daría por finalizada la vida de una de las personas más relevantes del historia moderna del país y que por algunos años, pudo mantener cierta estabilidad social y política tal y como menciona mi abuelo Gustavo Camargo: "de una forma poco ortodoxa".
Cali, enero de 2015.