Se dice que a Petro le están haciendo una campaña para desprestigiarlo, pero no hay más mala imagen que la de un candidato a la presidencia que promete como si fuera un candidato a personero de colegio.
Ahora bien, hay dos tipos de preguntas difíciles para el candidato de la Colombia Humana: las que se refieren a temas de Venezuela y las que intentan indagar sobre la forma en que logrará cumplir sus promesas.
Mientras que ha encontrado fórmulas para conjurar muchos de los cuestionamientos sobre el país vecino (que el petróleo y el cambio climático) no ha podido redondear sus respuestas para explicar la forma en que conseguirá alcanzar sus metas, dado que van creciendo y aumentando mientras avanza la campaña electoral.
Aunque las propuestas del candidato Petro ya eran ambiciosas, las ha ido aumentado hasta hacerlas sonar como las promesas de los candidatos a personeros de colegio: en su inocencia algunos jóvenes de 11 grado hacen todo tipo de promesas (que suelen incluir la consabida piscina y el jean day diario), olvidando que su cargo en el mejor de los casos les permitirá ser mediadores.
Así pues, Gustavo Petro entró en la misma dinámica de prometer todo lo que suene bonito en su afán de salir del segundo puesto al que lo tienen relegado en las encuestas: que becas universitarias, que carro eléctrico y casa con paneles solares para todos y gratis porque eliminará Datacredito y el Icetex.
Petro sigue aumentando paulatinamente sus compromisos de campaña como si se tratara de girar cheques, aunque no tenga fondos suficientes para pagarlos: cuando se quiere congraciar con un grupo significativo de electores suele comprometerse con cosas que cuestan billones de pesos sin preocuparse mucho de cómo les va a cumplir.
Los entusiastas seguidores del candidato no se han preguntado qué ha cambiado para que ahora Petro sí pueda cumplir sus compromisos: en Bogotá de alcalde terminó haciendo el papel de personero de colegio que prometió de todo y no hizo mucho.
Claro, Petro tiene su teoría para explicarle a su fanaticada por qué no cumplió de alcalde, pero esa teoría no explica por qué sí va a cumplir siendo presidente: no ha dicho cómo va a contrarrestar a las poderosas fuerzas oscuras que lo detuvieron en la capital mientras lleva a la realidad un plan de gobierno que a veces suena como “todo lo que querían hacer los expresidentes, pero no los dejaron hacer”.
A pesar de esos vacíos en la cosmovisión petrista (o más bien gracias a la falta de curiosidad de los petristas) seguiremos viendo cómo las propuestas de este candidato seguirán en aumento, mientras las confusas estrategias para llevarlas a la realidad serán un creciente talón de Aquiles: acá no se necesita de ningún JJ Rendón para hacer quedar mal a Petro, él solito lo hace.
Para los que no saben a qué pueden llegar las promesas de los jóvenes a personero de colegio, les dejo esta perla.
