Pasaron dos años de su extradición a Estados Unidos para que el exfiscal anticorrupción Gustavo Moreno diera nombres sobre el escándalo del Cartel de la Toga. Aunque no fue una sorpresa que haya señalado al exmagistrado Francisco Ricaurte, Moreno fue mucho más preciso en descubrir cómo funcionaba el entramado de corrupción dentro de la Corte Suprema de Justicia. En la audiencia virtual detalló que Ricaurte era el encargado de hacer el relacionamiento entre los aforados investigados con los magistrados para salir bien librados en los procesos penales.
Moreno, quien está preso por lavado de activos, fue más allá y contó que él era el encargado de defender a quienes pagaban los sobornos y que el exmagistrado Leonidas Bustos era quien supuestamente abogaba dentro de las votaciones a favor de los investigados. En esos expedientes habrían estado Álvaro Ashton y Musa Besaile, quienes ya han confesado que sí dieron dinero a los togados.