Tras las elecciones legislativas, el actual Representante a la Cámara y ex – candidato al Senado Guillermo Rivera, ha resultado ser uno de los mayores perdedores. Pero la derrota tuvo una explicación, el Departamento que él ha estado a cargo de representar por 12 años se encuentra al borde del fracaso.
Putumayo es uno de esos Departamentos de la geografía nacional que para muchos es un misterio, con el Río Putumayo como línea limítrofe colombiana, una parte de su territorio limita con la provincia ecuatoriana de Sucumbíos, recordada por el bombardeo contra Raúl Reyes y la otra parte del Departamento limita con Loreto, una provincia peruana. Situación geográfica que a grandes rasgos delata un posicionamiento estratégico, pero para los habitantes de la zona el panorama es desalentador, y son muchos los años y generaciones que han pasado desde la prosperidad que trajo el caucho a la región.
En esos 24.885 km2 de territorio ocupados por el Dpto. de Putumayo, habitan 337.054 habitantes y cerca de la mitad se encuentran habilitados para votar, pero siguiendo la tendencia nacional solo el 43% de estas personas se acercó al puesto de votación a elegir Representantes a la Cámara y al Senado.
De Gerente de SELVASALUD a adalid de la izquierda colombiana
Y de ese bajo porcentaje de votantes que se acercaron a las urnas, 15.560 votos fueron para el candidato al Senado Guillermo Rivera, el cacique electoral de la región que se había apropiado de una curul a la Cámara por doce años, sin mayores méritos en su hoja de vida que haber sido el Gerente de SELVASALUD S.A. Una empresa prestadora de salud que pasó en poco tiempo de ser la más próspera del Departamento a convertirse una institución en ruina, que se encuentra actualmente en proceso de liquidación.
Su experiencia como funcionario público la adquirió acompañando al Ex -Gobernador Jorge Devia, aquel político recordado por haber puesto sobre la mesa la posibilidad de disolver el Dpto. de Putumayo como entidad territorial durante el gobierno de Ernesto Samper.
Pero en SELVASALUD, el Representante Rivera no solo adquirió experiencia laboral, según testimonios de diputados de la Asamblea Departamental, el congresista “…se financió con recursos de esta empresa la campaña política en su primer periodo a la cámara de representantes”, esto habría sucedido cuando quedó elegido en el año 2002, momento en que empezó a construir sus redes de influencia y clientelismo.
Las dudas acerca de la financiación de su primera campaña han ido más allá de la habladuría regional, actualmente se encuentran radicadas en la Fiscalía Local #38 de Mocoa, denuncias en contra de Rivera. Según dijo Euler Ismael Guerrero, Diputado de la Asamblea Departamental por el Polo Democrático, “por razones de control político ejercido por este representante, no se ha avanzado de manera significativa en resolver este asunto en la actualidad”.
Redes que el mismo Representante describió en entrevista con Maria Jimena Duzan recientemente: “Yo obtuve votos en todo el país, pero es que tengo 12 años en la Cámara, una exposición en los medios y reconocimiento en las encuestas. No es extraño que yo tenga votos en departamentos o en municipios que no visité” al señalar que a su parecer era una anomalía que otros candidatos sacaran votos en el Putumayo, el resultado de las elecciones podría pasar por un castigo a los cálculos triunfalistas.
Como señala el mismo Representante, han sido doce años de labor reeligiéndose por la circunscripción departamental, teniendo como bandera de trabajo los aportes que hizo a la Ley de Víctimas y otros temas de carácter nacional aunque muy poca ayuda para su región. Pero su posición frente a temas como la seguridad y el narcotráfico son debatibles, se encuentra en contra de la fumigación a los cultivos de coca y rechaza las políticas de seguridad de gobiernos anteriores, convirtiéndose en un auto declarado antagonista del Ex – Presidente Álvaro Uribe.
Las dudas acerca de los dineros en las campañas de Rivera y la crisis en la que se encuentra sumido el departamento, son evidencias claras de la necesidad de un cambio. La inseguridad rampante en el Putumayo con 30 asesinatos en el primer mes de este año, extorsiones y amenazas entre otros factores de inestabilidad, va acompañada de la intervención del Estado con el propósito de acoger al Departamento en la Ley de Quiebra (Ley 550). Hechos que permiten explicar el contexto de crisis socioeconómica del departamento a partir de la falta de representatividad y la corrupción, así como el eventual descalabro electoral sufrido por Rivera.
