Guillermo Tesalio Barrera Reyes nació en Maracaibo, el 6 de abril de 1935. Fue el segundo hijo de diecisiete. ¡Nada más!
Sus padres fueron Jesús Ángel Barrera Huerta ─fundador de la ya desaparecida Gestora Barrera─ y Carmen Aurora Reyes.
Según Nelson Amado Barrera Reyes, el Superpollo ─como él le bautizó─, y el hermano número nueve de la caterva: a Guillermo sus padres no sabían cómo llamarlo, así que a Jesús Barrera se le ocurrió nombrarlo con el primer nombre de los dos primeros amigos de él que fueran a conocer a su muchacho (entonces Guillermo abrió primero la puerta y Tesalio lo hizo después).
Guillermo comenzó sus primeros estudios en una “escuelita” ─una casita humilde habitada por un maestro que impartía clases particulares a los niños de la vecindad─, para luego continuar la primaria en el colegio Simón Bolívar. Sin embargo, todos los días antes de irse a clases, se encerraba en el baño primero, para leer en voz alta lo que anunciaban los periódicos y practicar la locución que más adelante le convertiría en el fenómeno regional y nacional de la radio.
Su primer empleo fue en la tienda Sears: allá en 5 de julio ─actualmente supermercado Bicentenario─ laboró como vendedor. Y luego trabajó por 16 años en la Cervecería Zulia, lugar que marcaría definitivamente el principio de su carrera artística en la radio.
En la Cervecería, Guillermo tenía por jefe a un cubano de nombre Manuel García Incháuztegui, quien fue el precursor en el país de las campañas de promoción directa en los sitios de acopio de la juventud (bares y centros nocturnos). Todas las noches, Barrera iba acompañado del conjunto musical Alma Zuliana ─de los hermanos Medina─ y otros conjuntos musicales a dichos centros para repartir cervezas gratis y premios. Esto dio inicio al desarrollo de sus cualidades como locutor ─ya que gustó tanto a los jefes─, que lo incentivaron a estudiar locución, hasta que al cabo de un tiempo fue nombrado "la voz" de la empresa. Certificado: 2773
Poco después, el locutor Alonso Díaz lo invitó a formar parte del equipo de Ondas del lago (radio y televisión), donde arrancó con el programa Mis éxitos, de 2:00 a 4:00 p.m. En esa misma emisora también salía al aire Oscar García G, El Ventarrón, quien conducía en esos entonces el programa Las estrellas complacen. El entonces locutor se apresuró en irse a Caracas para probar suerte en Venevisión. Quisieron entonces llenar el vacío con novelas, pero a la señora Elvira, esposa del director de la emisora Nicolás Vale Quintero, le gustó el estilo de Barrera y le pidió hiciera el trabajo por 15 días como prueba. El resultado: batió allí mismo el récord de sintonía.
Para la televisión ─Ondas del lago ─ condujo el Festival de Gaitas Pampero, donde logró reunir a todos los conjuntos gaiteros de Maracaibo. En ese entonces él era el conductor principal del programa y Gilberto Correa ─sí, ese mismo─ solo pasaba dos cuñas parado firme frente a un mostrador. Y entonces Guillermo, de vez en cuando decía "en el próximo avance viene a animar con ustedes Gilberto Correa", pero cuando volvían al aire aquel ya había desaparecido. Estaba encaramado, escondido arriba en las tramoyas, detrás de las luces. Guillermo le iba a buscar para que se bajara y animara.
Poco tiempo después, la comitiva de Venevisión se apareció en el programa y le pidió a Guillermo irse a trabajar con ellos en Caracas, a lo que él respondió que no. En la misma televisora condujo también La hora estelar y un programa dominical infantil llamado El astronauta Malta Zulia, donde vestía un traje y un casco espacial.
En la década de los 70, Venevisión comenzó a transmitir un programa titulado Teleradio Pabellón en la ciudad de Maracaibo, donde él ─junto a otros grandes artistas a nivel regional y nacional─ se unía para recabar fondos para los niños del Hogar Clínica San Rafael. Aunado a eso, también animaba los carnavales en el Club Alianza ─allá en el milagro─ en el Naiguatá, en el Catirito, el Hotel del Lago y en cualquier otro sitio al que se le invitara.
Con el pasar de algunos años, Ondas del lago cambió de directiva. El Dr. Luis González Jiménez pasó su cargo a Gustavo Baptista, quien tras obtener el cargo le demandó a Barrera que modificara su estilo de locución. Él se negó rotundamente, renunció y partió a Radio Mara por invitación de su amigo Guillermo Govea, El Guaro, quien le dijo que allí mantendría siempre su estilo, sin restricciones. Y por supuesto las estrellas también se fueron con él, puesto que al trasladarse a la emisora le cambió el nombre al programa por el de Barrera y sus estrellas.
Cierta ocasión, el celebérrimo Renny Ottolina se vino a Maracaibo para escuchar el programa de Barrera ante la insistencia de varias personas en la capital que le recomendaban le visitara y conociera; que diera su opinión. La idea de Renny era simplemente quedarse por cinco minutos en el programa ya que tenía otras cosas más que hacer en la ciudad. Antes de comenzar la transmisión dejó en claro que mientras él estuviese allí no participaría en cuñas ni de cigarrillos ni de alcohol. Sin embargo, no tuvo que preocuparse por nada de ello ya que la originalidad y entusiasmo del insigne locutor le demostró que si bien era hombre de palabra ─al no haber anunciado nada de aquello en su presencia─, también era un excelso artista que le había arrebatado nada más y nada menos que "una hora completica de su muy valioso tiempo". Al terminar el programa, se puso de pie, le estrecho la mano, dibujó una sonrisa en su rostro y le dijo: "Guillermo, tú eres auténtico".
Este singular Zuliano fue escuchado por más de cuarenta años por todos los marabinos: desde conductores de carritos por puestos, microbuses, cepilladeros con radios portátiles, peluqueros y amas de casa, hasta los más eminentes doctores y abogados de la región. Cinco emisoras tuvieron la dicha de tenerlo dentro de sus puertas: Ondas del lago, Radio Mara, Mara Ritmo, Radio Popular y CNV 740.
Sus cuarenta y pico de años en la radio lo convirtieron en referencia obligada para veteranos y novatos que se adentran hoy día en el arte de la locución.
En 1966 recibió el premio de “Figura Masculina de Mayor Popularidad”.
Lo original de su estilo
Guillermo acuñó un sinfín de frases originales. Una de las más destacadas fue su precisión estelar para dar la hora. “La hora exacta: … van pa´las diez (o) las diez y pico”.
¿Y por qué? ¡Bueno! Así como el gran Antonio Lauro vino a Maracaibo una vez y escuchó el llamado extremadamente original de la muchedumbre marabina por medio de silbidos y, compuso nada más y nada menos que el vals venezolano “El Marabino”, Guillermo también vio lo original del habla maracucha para dar la hora. En una reunión con sus amigos, uno de ellos quiso saber si estaba a tiempo para llegar a una cita, y al ninguno tener reloj, cada quien hizo un cálculo: “Van pa´las tres” dijo uno… ¡No!, “son las dos y pico” dijo otro, y desde ese entonces, este astro de la radio optó por incluir en sus programas palabras y expresiones propias de la jerga marabina.
Uno de los otros tantos elementos que lo hicieron famoso fue que le ponía motes a sus amigos y conocidos, allí mismo en la radio a oídos de todo el mundo.
Por ejemplo:
A su hermano de bohemia y compadre Luis Ernesto Aparicio Montiel, primer venezolano miembro del Hall de la Fama de las Grandes Ligas ─con quien incluso llegó a montar un pequeño negocio─, le puso el apodo de el soldado o soldadito.
Al famoso compositor gaitero, cantante, e investigador larense Humberto Rodríguez Balestrini le puso el apodo de Mamaota debido a que un día compartiendo con él, en el salón del Pin Zulia ─situado en la avenida 5 de julio de Maracaibo─, Barrera lo miró sentado desde la silla y al verle lo alto que era le dijo: "Vos sois más grande que el amor de madre, parecéis una mamaota". Aquel se enervó y casi le cayó a golpes pero luego con el tiempo se apaciguó y aceptándolo como propio se inmortalizó como Humberto, Mamaota, Rodriguez.
Al conjunto gaitero de Rincón Morales les decía los Big Leaguers.
A Francis Blackman ─reportero del diario Quépasa─, gran amigo y confidente, le decía por cariño el hombre negro.
A Enrique Charles ─su mano derecha y quien le acompañaba siempre en las cobranzas por las cuñas, publicidad, eventos nocturnos y cualquier otra empresa─ le llamó el coco.
Al cantante del Súper Combo los Tropicales, Willy Quintero, le puso el sobrenombre de el bagre blanco.
Al locutor Óscar García G, el Ventarrón.
Al locutor Guillermo Govea, el Guaro.
A su hermano Nelson Barrera Reyes, el Superpollo.
A Estilita Barrera ─su hija mayor─, la Titi.
A Guillermo Barrera ─el segundo hijo─, Memo.
A Ilia Barrera ─su tercera prole─, la Negre.
A Miguel Ángel Barrera ─el menor de los cuatro─, el Guñe.
Puede acotarse también que fue el primer zuliano a la vez que tuvo el primer y más potente teléfono celular de la historia ya que no necesitaba llamar a nadie ni invitarlo a encontrarse con él en algún sitio por medio de Cantv. Lo hacía allí mismo desde la emisora, sabiendo ya, que le estaban escuchando.
“Nos vamos, nos vimos, nos vemos… pero de día…Muchachos de aquí, toque técnico a que Lucio, agua loca, pero de la fina ¡eso sí!... y después: pa´la casa
Daba la sensación de estar haciendo el programa en su casa y no en la radio. Hacia chistes y hasta cobraba a sus deudores a través de la emisora.
Su estilo musical era 100% venezolano. No le gustaba el vallenato ni las rancheras, lo suyo eran las guarachas preferiblemente o, cualquier música sabrosa para bailar ─según él─. Los Blancos, Los Imperials, Los Brillantes, Los Mustang, La Única, Emir Boscán, los Tomasinos, Argenis Carruyo, Los Masters, La Billo´s, El Súper Combo los Tropicales, los Auténticos, Los extraños de dos, Mario y sus Diamantes y un sinfín de otros grupos dentro de ese renglón era lo que él lanzaba al aire. Sin embargo, nunca dudó de darle la oportunidad a grupos jóvenes y con sonidos de teclados guaracheros de aparecer y sonar en su programa. Guillermo era para todos.
Otro gran aspecto de su autenticidad era el hacer dueto con los cantantes que presentaba en su programa. “Cantaba las canciones al aire” ─¡qué belleza─. Entre las más populares estaban: La mano en el hombro, La Aguja, Margarita, Tú eres la verdugo y La Cadenita: "Carmen se me perdió la cadenita, la que tú me regalaste Carmen, la que tú me regalaste".
Su vida como esposo y padre
Guillermo se casó con Raíza Vargas en 1957. De esta relación nacieron 4 hijos. Estilita del Carmen, Guillermo (el junior), Ilia Coromoto y Miguel Ángel.
Guillermo y Raíza se conocieron en un desfile de carnaval cuando ambos trabajaban en la cervecería. Él como promotor de ventas y ella en el área de administración. Se hicieron novios de una, pero la escasez de recursos les impedía casarse. Entonces, aquel mismo jefe que lo motivo a ser locutor, se le acercó y le dijo: "Tú estás enamorado de Raíza. ¿Te quieres casar?". A lo que él respondió que sí.
Manuel García Incháuztegui llamó entonces al gerente regional de Pepsicola para que lo incluyera en un programa de concursos que tenían en Caracas, llamado Los Novios Pepsi, conducido por el famoso Victor Saume: “Había que subir un palo encebao” nadie lo había logrado. Sin embargo, al momento de tocarle la oportunidad a Guillermo Tesalio, uno de los coordinadores del programa le dijo: «Mira maracucho, saltá lo más alto que podáis ya que en la parte de arriba la grasa está seca. Ahí te agarráis y cogéis la banderita. Y fue así, como se ganó la nevera, la cocina, la lavadora y los muebles. Se pudo casar.
Sus frases célebres en el programa:
"Nos vamos, Nos vimos, Nos vemos… Misión Cumplida… Todo Bajo Control… Cambio y Fuera… El que está conmigo está en la buena y el que no, pa´viaje… pero de día".
"Este es mi programa, tu programa, el programa… Barrera y sus estrellas. Sintonía total. Sintonía en toda la bolita del mundo…¡Ah! Mi nombre es Barrera… Guillermo Barrera… Ese soy yo".
"De aquí toque técnico a que Lucio".
"Hey, nos vemos en los porrones".
"Agua loca… pero de la fina".
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Guillermo Tesalio Barrera Reyes murió en la Clínica Falcón, a las 9:00 a.m., el día 22 de diciembre de 2006. Fue velado en la funeraria Sercompreca y sus restos yacen en paz en el cementerio San José, también conocido como el redondo.