Martínez Veloz, Martínez Veloz, ¿le suenan a alguien esos apellidos? Sin embargo es un burócrata que cobra sus servicios a nombre del EZLN. Porque la guerrilla zapatista tiene un pie en la selva chiapaneca y otro en la Secretaría de Gobernación. Allá atiende el Sub Comandante Marcos o Galeano y aquí lo representa su hermana Mercedes con el rango de subsecretaria, además de Martínez Veloz que usufructúa las componendas de la guerrillocracia mexicana. De vez con vez el señor Martínez se desentume del trabajoso desempeño con anuncios coprofílicos tal y como lo merece su intervención más para mal que para bien, de la reforma petrolera y su servidumbre sobre los terrenos apetecidos por las transnacionales.
Don Jaime tiene la sabiduría de Jaimico como el recado tardío al siglo XXI que Huxley retrató en el ascenso de los cuadrahumanos después de la tercera guerra mundial. La ingeniosa intervención del señor Martínez puede oler a moho de los sótanos de Bucareli, sin embargo, tiene algún dato esperanzador: estará en el momento exacto al servicio de las etnias que requieran de sus transacciones cuando las petroleras penetren sus huertas. Nomás que el representante del EZLN ante el gobierno federal ha pasado de lejos aquello que se logró en el zedillato con el instrumento internacional ante la OIT cuando se negociaba con la guerrilla seudo oficialista: todas las comunidades, no importando su rango, desunión, minimalismo o dialecto, tendrían los derechos de ser consultadas sobre sus bienes, tierras, milpas y cultura en caso que llegaran la profanar sus raíces ancestrales
¿Quién quiere al señor Martínez si la CNDH y la SCJN son los garantes de ese convenio con la OIT? Quizá el Establishment que es decir demasiado y muy poco en las ambiciones de la gerontoguerrilla que el Sub Marcos detenta como propietario y heredero burgués, tal como su competidor partidocrático, Cuauhtémoc Cárdenas, lo hace en el sistema electoral.
A menos de dos semanas de su segundo informe a la Nación, Enrique Peña Nieto está a la alza en los sondeos. Ese perfil tiende a mejorar en la medida que las reformas en telecomunicaciones y energética lleguen al bolsillo de los mexicanos. De la primera es ligera la sensación de los ciudadanos sobre los costos a la baja en internet y telefonía; el otro gran momento será cuando aparezcan los recibos de la CFE con tendencias a la baja y el deslizamiento centavero de las gasolinas sea frenado. La inmensa mayoría de los mexicanos sabe qué ha hecho su Presidente en estos doce meses de su segundo año y la semana pasada Peña dio por cerrado ese ciclo abriendo otro de prosperidad poniendo en marcha un decálogo de metas inmediatas en el sector petrolero. Personalmente ha asumido la eficacia del mandato: nuevas leyes no decretan la mejoría de un gobierno. El marco inicial de las reformas le otorgan a Peña Nieto un 46% de aprobación, concretar las reformas le duplicaría su aprobación, no obstante que él ha dicho que no gobierna para las encuestas. Para el segundo ciclo del Peñismo ¿mantendrá el Presidente la misma alineación de su equipo o emprenderá la depuración obligada con miras a su sexenio que apenas comienza?
La tierra electoralmente arrasada por los nayaritas tricolores acabó por beneficiar al PAN, PRD y MC: como eran muchos los mismos que representaban la soberanía popular, entonces intervino el TEPJF restándole al invicto PRI, tres curules que mercadeó proporcionalmente a los vencidos. En las disputas sobre el cuadrilátero no hay premios de consolación, basta con la bolsa acumulada y que PAN, PRD y MC hurgan muy bien en esa ruleta de la fortuna que son los subsidios del INE y donde jamás pierden. ¿Pero qué sería sin ese equilibrio a la sobre representación, imaginemos una ALDF completamente negriamarilla aumentando el boleto del Metro, privatizando los segundos pisos, el agua potable, el predial y las cárceles? La cuestión es: ¿de qué ha servido que PRI, PAN y PVEM tengan curules en la Asamblea del DF si apadrinan estas decisiones?
Hasta que habló el líder canadiense de los mineros mexicanos se le ocurrió a la izquierda exigirle cuentas a Larrea por el derrame de ácidos en el Bacanuchi. Donde el PRD tiene un dirigente nacional emanado de esas sequías, la izquierda no pinta pero tiene con qué hacerlo a través del principado de los Gómez Urrutia. La voz alzada por el ex partido de Amlo, llega precisamente después de Napito y de David Korenfeld, cuando el ecocidio se cocina como el incendio de la Guardería ABC: Larrea sospecha que hubo mano negra o un compló para dañar su reputación de por sí en los suelos. Entre los peritajes y los presuntos culpables, la Guardería ABC acumula años de injusticias; lo mismo se proyecta sobre la tragedia hídrica en la presa Abelardo Rodríguez. Y en estos asegunes se habla bajito de las inversiones millonarias que recibiera el gobernador Guillermo Padrés de aquellos empresarios interesados en los metales preciosos de Sonora, que se sataniza cuando es un convenio férreo entre La Tuta y los chinos, pero no así entre aquellos constitucionalmente establecidos. Ese ecocidio que denuncia la izquierda, jamás se apareció con la depredación inmobiliaria en Guerrero, donde son gobierno y cuya desgracia aún no acaba por completo por los damnificados de Angel Aguirre. Y ahí David Korenfeld se placea con la bandera roja sin que la justicia le haga mucho caso a Conagua cuando sus fallos inculpan al gobierno, tal acontece con los huracanes Ingrid y Manuel, como en la Presa El Novillo o los ácidos en el Bacanuchi.
El padre de Peña Nieto es egresado del IPN, la conquista del conocimiento técnico en la conformación del Grupo Atlacomulco tiene sus raíces en el legado cardenista del Poli. Desde esa cuna todopoderosa debían viajar sus moradores a educarse fuera del terruño. Ya no volverá a suceder según lo anunció el Presidente de la República: tendrán los lugareños una filial del IPN. Curiosamente ese bien es obra de Yoloxóchitl Bustamante Díez y de Carlitos Peralta, cuyo apá también es de esa generación que junto con la del Profesor Hank, emanaron de la carretilla empujada por manos propias. Isidro Fabela los puso a soñar en grande y desde entonces el sueño no ha tenido reposo, hasta que se vieron por vez primera en Los Pinos. La niñez atlacomulqueña no quiere ser licenciada, ahora quiere ser Presidente de México. Eso es bueno porque desde hace rato que en los sondeos infantiles nadie aspiraba a dirigir Los Pinos. Tampoco pueden echar en saco roto los bisnietos de Fabela que Peña habla dos idiomas, tiene un máster y que es egresado de la Panamericana. La visión de Peralta es una educación feudal: que el IPN los eduque para sus negocios. Yoloxóchitl por su carácter autonómico no puede supeditar a los de Atlacomulco a una educación al servicio de IUSA.
Carlos Slim, traicionado. El empresario que le dio la espalda a Carlos Salinas y aprendió de la transición democrática que apostarle a todos lo ponía por encima de todos los partidos y candidatos, recibe de Amlo ingratas noticias: Televisa amarró con Amlo, como con el 132, nuevos proyectos comunes. ¿Y quién le pasó el dato truculento a los Chuchos? Tiene que ser alguien de la competencia de Azcárraga, sabedor de los teje y maneje dentro de la televisora contraria. Aunque no se necesita mucho ingenio para elucubrar con los silencios de Amlo en la energética, de telecomunicaciones, financiera, educativa y hasta dividiendo al PRD en los comicios mexiquenses para gobernador, para concluir que Amlo pactó con “La Mafia”. Cuando calla el tabasqueño sobre el neoliberalismo de Mancera en el GDF, sobre Rosario Robles en Sedesol, se infarta con la legislación petrolera se declara afónico con la Telecom, pues Zambrano arremete con aquello de que nadie puede tirar la primera piedra, ni siquiera el impoluto de Ricardo Monreal acusado por su compadre de matarle a su hermano. El macuspense tiene salidas inmediatas y folclóricas en estas emergencias: Nadie lo ensucia ni lo deprime. Ninguno se puede llamar traicionado en un ambiente de gitanos y menos el Ingeniero Slim que supo amarrar grandes obras con Amlo como jefe de gobierno.
Son casi once millones de mexicanos los que hay en el país con diabetes y otra cifra similar pasiva de las nuevas generaciones afectada por el estilo de vida “moderno”. El sistema de salud invierte en los diabéticos más del 16% del presupuesto global y lo que es una “enfermedad” controlable, se desbalaga cuando se carecen de protocolos a mediano y largo plazo. Eso sin incluir el deterioro de la vida familiar y el gasto financiero personal por cada paciente. Sebastián Lerdo de Tejada ha emprendido un cambio en el paradigma del ISSSTE creando el Modelo Integral de Atención al Paciente Diabético. Por vez primera se contará con un padrón de afectados, una segmentación de riesgos, atención específica y monitoreada de cada segmento, coordinaciones de cumplimiento protocolario, sustentado en círculos simbióticos de calidez entre galenos y derechohabientes. El nuevo modelo rompe con los anteriores fincados en el ahorro, Lerdo de Tejada cree que un sistema sanitario no puede ahorrar en sus enfermos sino curarlos y reeducarlos en sus obligaciones propias, el Modelo Integral es casi una intervención social en la medicina periódica.
Los 500 millones de dólares aún no los tiene Vicente Fox, aguarda a que el presidente Peña Nieto sea el pasaporte para que 500 empresarios inviertan un millón de dólares en el sector petrolero. En octubre tiene agendado el legalizador de los negocios del Chapo Guzmán, la cumbre petrolera en Rancho San Cristóbal. La especialidad de Fox son las vaquitas y nada tienen que ver con su afición ranchera y agropecuaria, sino a las pirámides como las que hizo la madre de sus hijos Lilián de la Concha involucrando desde la Secretaría de Energía que dirigía Felipe Calderón, a sus asociados en el negocio del siglo: ganar dos dólares por cada migrante muerto deportado hacia México. Lucrar con los indocumentados no le causó dolores en el pecho a la señora De la Concha, ninguno de esos empresarios que se sumaron a la vaquita recibió el dinero defraudado, ninguno alzó la voz para no quedar en el ridículo de una estafa desde el poder presidencial. Para el ex mandatario, el tema petrolero le es familiar, sus entenados Bribiesca y Amado Yáñez supieron hacer inversiones a través de Oceanografía. La garantía de su pirámide funcione, la plasma Fox en el discurso que dará el Presidente de México a los 500 empresarios asistentes a la cumbre energética.
Entre las recomendaciones que hizo el ex presidente Calderón al Peñismo, no escapó el sistema educativo. El Presidente de la Guerra habló de los retos que le aguardan a los mexicanos y los desafíos que enfrenta Enrique Peña Nieto, pero jamás mencionó que le heredó cien mil escuelas sin paredes, que 15 mil no tienen pizarrones, que 37 mil carecen de escritorios, 7 mil viven sin agua potable, 19 mil sufren por falta de electricidad, 21 mil engordan puercos por carecer de sanitarios y 84 mil juegan con sus aguas negras como albercas porque carecen de drenaje. El legado del Presidente de la Guerra es criminal, pero gracias a ese falso amasiato entre él y el Peñismo, es que volvió a México con una Fundación, un nuevo partido político y un libraco en que le dicta a su sucesor lo que debe hacer sobre aquello que él no hizo en seis años.
Tampoco es saludable que la SEP revele las fallas del censo nacional sobre escuelas y no disponga de medidas inmediatas sobre los responsables, porque también es una grieta mayúscula el galanteo sobre dichas estacadas si a su vez sostiene la misma estructura calderonista y foxista en la toma de decisiones educativas. Los que lesionaron al país con la subcultura pedagógica, no deberían continuar en la nómina de la SEP por razones obvias: son los enemigos burocráticos del cambio. Cuando Peña Nieto dice que los mejores maestros llevarán a cabo su reforma educativa, le está dando manga ancha a Emilio Chuayffet para que comience la depuración del mongolizado servicio profesional de carrera, culpable de la actual crisis educativa. Los enemigos de la reforma no son sus gobernadores visibles, sino aquella masa deforme albiazul ocultada tras los escritorios de la SEP.
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